Televisión

'Juego de tronos': los dramas personales de los protagonistas de la serie

Daenerys Targaryen y Jon Snow, de 'Juego de tronos'.
HBO

Los protagonistas de Juego de tronos no son los únicos que se enfrentan a batallas y duras pruebas. Algunos de los actores de la ficción de la HBO han pasado por situaciones complicadas en el mundo real.

Gracias a Jon Snow, Kit Harington se ha convertido en un actor muy popular. Sin embargo, en una entrevista con Variety confesó que el éxito lo había llevado al borde de la depresión: "Le pedí ayuda a un psicólogo para salir de ella". Harington vivió los días más oscuros cuando Jon Snow, con su muerte y resurrección, se volvió en un personaje casi indispensable de Juego de tronos: "Cuando te conviertes en el centro de una serie de televisión, que es tan popular, es aterrador. Debería haberme sentido agradecido por lo que me estaba sucediendo, pero me sentía muy mal y no podía hablar con nadie. Fue entonces cuando decidí acudir a un psicólogo".

Emilia Clarke, que interpretaba a Daenerys Targaryen, sufrió dos aneurismas, según reveló a la revista New Yorker, mientras rodaba la serie. La primera de ellas en 2011, justo al terminar el rodaje de la primera temporada, con 24 años. Fue trasladada a un centro médico y después de un escáner cerebral descubrió que había sufrido una aneurisma, una ruptura arterial en el cerebro que causa la muerte de un tercio de la gente que padece uno de ellos.

Estando en el hospital, a Clarke le detectaron una segunda aneurisma de menor tamaño en el otro lado del cerebro que podía reventar en cualquier momento, pero no fue operada. En 2013, tras otro escáner cerebral, los médicos vieron que su segunda aneurisma había duplicado el tamaño y mientras representaba Desayuno con Diamantes en Broadway (Nueva York) le realizaron una operación para eliminarlo.

Sin embargo, el "procedimiento había fallado y tenía una terrible hemorragia", por lo que sus "oportunidades de vivir eran precarias" si no se sometía a otra intervención, que requirió abrir el cráneo y de la que tardó un mes en recuperarse.

Depresión también tuvo Sophie Turner (Sansa Stark) y estuvo mal casi seis años. Lo ha confesado la propia actriz en una entrevista: "En los peores momentos, a menudo he pensado en el suicidio".

Sophie dijo que sus problemas, en parte, estaban relacionados con las críticas que le lanzaban por las redes sociales. "'Maldita sea, Sansa ganó 10 libras (4,5 kilos)' 'o' Maldita sea, Sansa necesita perder 10 libras'' o 'Sansa engordó'", contaba la actriz. Y añade: "No sólo hubo muchos comentarios negativos sobre mi peso también sobre mis granos y mi incapacidad para actuar. Yo era un adolescente y me lo creí".

"Conozco muy bien la depresión", dijo la actriz Lena Headey en Twitter. Tras divorciarse de Peter Loughran, con quien tuvo un hijo, Headey la sufrió en sus carnes y decidió combatirla con meditación y prescindir de fármacos.

Aunque dice que hoy ya está curada admite que tiene ansiedad crónica. "El mundo es malo, no es de extrañar que tengamos ansiedad ni es sorprendente que nos abrumen nuestros pensamientos", dice la estrella de Juego de tronos que interpretaba a la reina Cersei Lannister.

Su mellizo en la serie, Nikolaj Coster-Waldau (Jaime Lannister) fue demandado por su exrepresentante,  Jill Littman, por incumplir el contrato que tenían. Después de un largo litigio, Coster-Waldau fue condenado a indemnizar a Littman con dos millones de dólares, cantidad que ella asegura que no ha recibido todavía.

Maisie Williams (Arya Stark) no supo canalizar bien la popularidad que le llegó con 14 años por lo que comenzó a beber alcohol. "He dejado de emborracharme, pero así pasé mi adolescencia. Siento que no he vivido un día de vida", confesaba a The Guardian.

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