De cara a los vecinos, era una una más, pero Lori producía en el laboratorio clandestino de su rancho entre 5 y 10 kilos de metanfetamina a la semana y ganaba carca de 1 millón de dólares al mes. 

DMAX rescata ahora la historia de Lori Arnold, hermana del famoso actor de Hollywood Tom Arnold, que en los años 90 se convirtió en una de las mayores proctoras y traficantes de droga de EE UU, una historia que se cuenta ahora en el documental La reina del narco, de DMAX (desde el viernes 18 de febrero a las 22.00 horas). 

La reina del narco es una producción documental original de Discovery en la que, a lo largo de tres episodios, la propia Lori relata cómo se convirtió en una de las principales narcotraficantes de Estados Unidos durante la década de los 90, desempeñando un importante papel en la expansión de la epidemia provocada por esta peligrosa droga en el centro del país. 

Nuevo varapalo para Mediaset, condenada a pagar a un odontólogo por relacionarle con María José Campanario

A través de su propio testimonio, el de su hermano -el famoso actor de Hollywood Tom Arnold- y de otras personas de su entorno más cercano, la ex narcotraficante embarca al público en un viaje profundamente personal en el que Lori se enfrenta a los demonios de su pasado.

En esta miniserie documental que DMAX emite este viernes al completo, Lori regresa a viejos lugares conocidos para recordar cómo empezó todo con amigos y familiares, revelando sus secretos y traumas personales. Un recorrido por su inquietante infancia y la salvaje adolescencia que la llevó a introducirse en el mundo de las drogas. Mientras se reencuentra con viejos amigos y con su hijo Josh, Lori afronta las repercusiones de la destrucción que dejó a su paso y que sigue teniendo consecuencias devastadoras en su comunidad y en el resto de la sociedad.

Durante seis años, su casa fue el laboratorio en el que se cocía metanfetamina, una droga sintética altamente adictiva, cuyo consumo se extendió por el centro del país con dramáticas consecuencias. 

En el punto álgido de su ‘reinado’, Lori producía en su laboratorio clandestino entre 5 y 10 kilos de metanfetamina a la semana y ganaba carca de 1 millón de dólares al mes. 

En esa época, el dinero entraba a raudales y Lori y sus allegados se beneficiaban de un estilo de vida al que no estaban acostumbrados, al tiempo que ayudaban a revitalizar su económicamente deprimida ciudad industrial. 

Ahora, tras su largo paso por la cárcel, la que fuera ‘reina’ de la metanfetamina reflexiona sobre cómo el subidón de las drogas, el dinero, el poder y la arrogancia se apoderaron de ella hasta que se vio acorralada por las autoridades.