La romántica historia de Chon y Maximín en 'Volando voy': "67 años juntos y cada día nos queremos más"

Cuatro emitió este miércoles 15 de junio una nueva entrega de Volando voy, el formato en el que Jesús Calleja viaja por distintos pueblos de España para dinamizarlos, conocer a su gente y sumergirse en sus tradiciones. 

Fue en Valverde del Fresco, en la Sierra de Gata, donde conoció a una pareja muy especial: Chon y Maximín. Los fotógrafos jubilados llevan juntos 67 años y aseguran que cada día se quieren más y que el suyo es un amor eterno. 

Con tan solo 19, Chon decidió estudiar fotografía y ambos se ganaron la vida con ello, aunque ser mujer y fotógrafa en los 50 no fue tarea sencilla. Cuando Chon le contó a su madre que quería ser fotógrafa y marcharse a estudiar a Ciudad Rodrigo, no recibió su apoyo.

"Ella me dijo que ni hablar", recordó. Pero Chon, obstinada, siguió con su sueño de ser fotógrafa y, tras formarse, comenzó a trabajar en su pueblo, donde se dedicaba a inmortalizar bodas y comuniones junto a su marido.

"Nuestro amor nunca ha ido a menos, siempre a más. Nos queremos hasta el infinito", compartió Chon mientras le daba la mano a su pareja. Tal y como recordaron, se gustaban desde los 14 años, tras su primer beso estuvieron cinco días sin salir de casa por vergüenza y su relación se desarrolló más despacio de lo habitual, aunque a los 19 tuvieron a su primer hijo.

"Nos visitó la cigüeña, aunque se decía más que habías tenido un tropezón. En esa época no era muy común tener preservativos, y lavamos y utilizamos una y otra vez unos que nos trajeron de Canarias, hasta que dejaron de funcionar", confesaron, haciendo que el pueblo entero estallase en carcajadas.

Fue por ello que tuvieron que casarse sin muchos apoyos, pues la gente no vio bien la manera en la que se habían desarrollado las cosas. "Era una vergüenza y el cura no nos quería casar, nos casaron en invierno y a las 8:00 de la mañana", aseguró Maximín. 

Eso sí, después disfrutaron de una vida llena de viajes, fotografía y felicidad, y Chon no dudó al decir que "no se arrepentía de nada" y que seguía yendo a todas partes con Maximín "cogidos de la mano".