Borja Terán Periodista
OPINIÓN

Los 4 tipos de colaborador del corazón

Tómbola fue un punto de inflexión en la tertulia del cuore, incorporó la entrevista agresiva previo pago de su importe.
Tómbola fue un punto de inflexión en la tertulia del cuore, incorporó la entrevista agresiva previo pago de su importe.
Canal 9
Tómbola fue un punto de inflexión en la tertulia del cuore, incorporó la entrevista agresiva previo pago de su importe.

Poco paro existe en el mundo del contertulio de corazón. El repunte de magacines tradicionales ha propiciado la vuelta a la primera línea de aquel viejo debate rosa con el que soñar con lujos inalcanzables o, en su defecto, sentir que la vida tampoco es justa para los famosos. Incluso creerse un pelín superior sentenciando sobre quehaceres ajenos. 

La vida se pasa entre charleta y charleta, entre juicio de valor y juicio de valor. Y la tele es como la vida. Maquillada, pero la vida. Ahora, Telecinco se ha quedado de nuevo sin el "monopolio" del cotilleo nacional y tanto Antena 3 como TVE han acrecentado sus corrillos sobre corazón con colaboradores estelares. Aunque hay diversos tipos de colaboradores, que pueden traer estas tertulietas a una revulsiva mirada actual o enviarlas a añojos tiempos pasados. Saquen ustedes sus propias conclusiones. No están todos los que son, pero sí son todos los que están.

1. El colaborador "agenda telefónica".

Se trata del colaborador que cada vez que abre la boca suelta "he hablado con", "he estado con". Compruébenlo. Fíjense. "He charlado con alguien cercano a...", repite. Su arte está en dejar caer, todo el rato, que posee una poderosa agenda telefónica. Es su tesoro: un móvil siempre listo para atosigar. Para ello, no falla a ninguna fiesta o estreno para recalcar que estuvo allí. Acude a la caza del "hola" del famoso de turno. Con un saludete ya tiene material para especular durante días. No contribuye con información real, sobre todo farda de "amigos", "conocidos" y "contactos". Piensa que la audiencia quiere fantasear con el "glamour" de los saraos más que explicar cómo es la realidad de estas 'premieres', en donde los populares esperan aburridas colas: sólo para hacerse una foto delante de un cartón con un logotipo publicitario.

2. El colaborador "veredicto".

Se trata del colaborador que osa en decir a los demás cómo deben de ser y cómo no. También fiscaliza lo que cobran las celebridades y cómo deben gastar su dinero. Pocas veces se para a pensar en las circunstancias personales de cada persona. Para qué. Lo relevante es apuntar con el dedo. Piensa que así se genera conflicto y, por tanto, contenido llamativo para la cadena. La exageración irritada es su fuerte y no tiene ningún complejo a la hora de inflar cualquier bulo hasta que parezca un hecho histórico. Como tenemos memoria corta, ha interiorizado que jamás será castigado por la mentira. Vendrá otro conflicto y enterrará todo lo que soltó por la boca.  Su anhelo ansiado es ser tan famoso como aquellos que ajusticia. 

3. El colaborador "yo-yo".

Se trata del colaborador que habla en primera persona y no necesita lanzar opiniones arrojadizas hacia los demás. Su salto a los platós ha sido por alguna popularidad sobrevenida, ya sea por pedigrí familiar o vínculo colateral. Lo bueno de estos tertulianos es que refutan desde sus vivencias y sus anécdotas personales de habitar en el meollo del star-cañí-system. Lo malo es que algunos sufren de adanismo. Se creen que saben de todo sin apenas conocer demasiado. El motivo: han nacido en un árbol genealógico con unas privilegiadas raíces que les han hecho la vida más despreocupada, desconociendo las empatías que brotan de salir de burbujas de poder y enfrentarse a vulnerabilidades reales. 

4. El colaborador "de vuelta".

Se trata del colaborador que no se dedica a ser solamente colaborador. Tiene una profesión detrás que le permite masticar a diario la actualidad desde distintos prismas. Por ejemplo, un escritor, un psicólogo, un médico, un cómico o cualquier experto en un ámbito preciso. De esta forma, no es un mercenario del conflicto que necesita mantenerse en platós para sobrevivir económicamente. De hecho, desde su oficio diario, elabora reflexiones para aportar en vez de sólo criticar. Su virtud principal está en que se cuestiona la realidad, hasta la puede relativizar con ironía. Y, sobre todo, atesora espíritu crítico con el que escapar de la pegadiza frase hecha y el lugar común. Como consecuencia, suele inspirar al espectador al desmontar machismos, sexismos y otros estigmas sociales que eran 'lo normal' en este género mediático. 

Es la persona que desarma las coletillas recurrentes de este tipo de prensa que solía condenar a las mujeres solteras con un "no encuentra la estabilidad emocional" o "no rehace su vida" -como si la vida se quedara desecha si estás solo- mientras que celebraba que los hombres solteros eran "galanes de oro". Contradicciones que dicen tanto de nosotros. Y de la galantería de Bertín Osborne.

Colaboradores que no son sólo colaboradores, son firmas que reaccionan e intentan dar la vuelta a los latiguillos tóxicos sexistas y clasistas que arrastramos del pasado. ¿Cómo? Teniendo más preguntas que respuestas. Es más, deberíamos desconfiar de quien cree poseer todas las respuestas. Eso es muy cansado. 

Periodista

Licenciado en Periodismo. Máster en Realización y Diseño de Formatos y Programas de Televisión por el Instituto RTVE. Su trayectoria ha crecido en la divulgación y la reflexión sobre la cultura audiovisual como retrato de la sociedad en los diarios 20 minutos, La Información y Cinemanía y en programas de radio como ‘Julia en la Onda’ de Onda Cero y 'Gente Despierta' de RNE. También ha trabajado en ‘La hora de La 1' y 'Culturas 2' de TVE, entre otros. Colabora con diferentes universidades y es autor del libro 'Tele: los 99 ingredientes de la televisión que deja huella'.

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