Los vecinos de Benaocaz, en Cádiz, llevan varios días sorprendidos debido al asentamiento de una comuna hippie en plena sierra de Grazalema. El grupo, denominado Familia Arcoíris, pidió, supuestamente, permiso para ubicarse allí durante un mes, pero no se lo concedieron y, aún así, han decidido asentarse en el paraje natural.

Este grupo ya se asentó, en otra ocasión, en zonas de La Rioja y de Oviedo, donde se agruparon medio centenar de personas. Tal como ellos mismos defienden: "Estamos cantando, estamos bailando, nos estamos dando amor...".

Así, la Familia Arcoíris aboga por el sexo libre y el nudismo, unas prácticas que sorprendieron cuando, en plena pandemia de la Covid-19, hicieron caso omiso de las restricciones sanitarias. Por ello, en esta ocasión, la Guardia Civil ha procedido a cercar el lugar para evitar el efecto llamada. Pese a esto, los matinales informativos han conseguido hablar con algunos miembros de la comuna.

Los integrantes de la comuna, según quienes les siguen la pista, tendrían previsto quedarse en la sierra de Grazalema hasta el próximo 18 de junio, cuando tenga lugar el fin del ciclo de la luna nueva. Así, Espejo Público ha hablado con Juan, uno de los miembros del grupo. 

Juan ha destacado que no permiten la entrada a periodistas que, en los últimos días, están mintiendo sobre ellos y su forma de vivir: "En el momento en que tú entras, saltará la alarma. Nosotros actuaremos como hemos actuado durante 50 años, como una tribu que se siente atacada por un medio. Voy a dar la alarma y no va a poder subir nadie, voy a pedir ayuda a la Guardia Civil, incluso".

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Asimismo, El programa de Ana Rosa ha podido hablar con Olivia Venegas, alcaldesa de Benaocaz, quien ha señalado que "en principio, no están molestando": "Nos enteramos porque nos llamó la Guardia Civil y nos informaron de que teníamos un asentamiento ilegal".

De la misma manera, la alcaldesa ha recalcado que los integrantes de la Familia Arcoíris "bajan al pueblo a comprar por las tardes": "Hablan con la gente, son pacíficos. Los vecinos, como parte de la población está envejecida, tienen un poco de miedo. Otros dicen que no molestan. Yo quiero transmitirles que tengan tranquilidad porque está todo controlado. Hay plena coordinación entre Medioambiente, la Guardia Civil y el Ayuntamiento. Todos los accesos están controlados y todo va a fluir con normalidad".