Mariló Montero se convertía la semana pasada en ganadora del primer programa de El Desafío, pero la presentadora no ha tenido la misma suerte en la segunda entrega, donde terminó suspendiendo la prueba de disparo con carabina.

El reto consistía en dos partes: disparar a una bola en suspensión a una distancia de ocho metros y disparar a una piedra de ferrocerio, con menos de un centímetro de anchura. Para cada uno de los objetivos tenía tres intentos.

Caracterizada de Lara Croft, Montero comenzó el reto bastante bien, ya que acertó a la primera el tiro a la bola en suspensión. Para la segunda parte quiso complicar más la prueba y decidió disparar de espaldas guiándose con un espejo, lo que acabó perjudicándola.

A pesar de haber practicado con dureza, Mariló terminó fallando los tres intentos. Ante esto, el jurado tuvo que suspenderla. "Es normal, de lo contrario no se entendería. Ha sido un gatillazo en toda regla", lamentó la concursante. 

Y es que fue la propia concursante la que añadió esta dificultad. "Ella ha querido complicarlo, quiere hacerlo de espaldas", indicó Roberto Leal. "Es muy complicado porque pierdes la profundidad", le había avisado el experto y entrenador de Mariló.

Tras fracasar en la prueba, Pilar Rubio quiso remarcar la parte positiva: "Ella lo que ha hecho es arriesgar y ese afán que tiene por superar, a la larga tiene su recompensa". 

La presentadora, que hasta ahora nunca había cogido un arma, ya comentó durante los ensayos que todo dependía de ella y de su concentración durante la prueba en directo.