Televisión

Marino 'pasa' de su cita en 'First Dates' e intenta ligar con la camarera Laura Boado

Marino, en 'First Dates'.
MEDIASET

Nada más llegar a First Dates este jueves, Marino contó en el programa de Cuatro su mayor secreto: "Estoy conservado en aceite de oliva. Por la noche me lo echo en el colchón y salgo muy pringado, pero es el precio de la belleza", reconoció.

El valenciano le dijo a Carlos Sobera que por ese motivo aparentaba muchos años menos de los que tenía, 65, y que quería que le diera una oportunidad porque era un artista, sobre todo bailando.

También le contó al presentador que vivía con su madre de 91 años: "No he convivido nunca con una mujer, cada uno en su casa,ni he tenido un proyecto de futuro", señaló.

Su cita fue María Gisela: "Vengo al programa con la esperanza de volver a enamorarme y de sentirme viva. Me salté etapas en la vida porque fui madre muy joven y ahora necesito vivir", reconoció en su presentación.

María Gisela, en 'First Dates'.
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La primera impresión de la comensal al ver a Marino fue que le parecía un hombre atractivo. Él, en cambio, vio un problema en la edad de su pareja de la noche

"María Gisela está bien, pero tiene 64 años y yo estoy acostumbrado a salir con chicas de unos 35 años o como mucho 45. No hay color...", reconoció el valenciano al verla.

En el momento que Sobera les llevó hacia la mesa para cenar, Marino se quedó prendado de Laura Boado, una de las camareras del restaurante: "¿Tienes novio?", le preguntó.

"Tengo muchos novios", le contestó la gallega. "Pues tú y yo bailamos y ellos que miren", señaló el soltero, 'pasando' de su cita y centrándose en la camarera.

Ambos charlaron en la cena sobre sus aficiones o gustos para conocerse un poco mejor, pero lo que sorprendió a la chilena fue que Marino seguía viviendo con su madre porque nunca había vivido con otra mujer que no fuera su progenitora.

En un momento de la velada, Marino le quiso mostrar a la chilena sus habilidades como bailarín, y al ritmo de Nochentera de Vicco, el valenciano comenzó a bailar.

Marino, en 'First Dates'.
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Al terminar, cuando el comensal iba a pagar la cuenta, le dijo a Boado: "No voy a hacer esperar a una mujer como tú. Ya me gustaría que pasase algo entre nosotros". 

"Pues no puede ser Marino", le contestó la exconcursante de La isla de las tentaciones. A María Gisela tampoco le sentó muy bien el flirteo del valenciano con la gallega: "No me gusta que la persona que estoy conociendo, esté pendiente de la camarera y no de mí", aseguró.

Al final, él no quiso tener una segunda cita con la chilena: "Para mí es básica la pasión por la danza y bailando no tienes lo que yo busco". La comensal, por su parte, tampoco quiso volver a verle.

Marino y María Gisela, en 'First Dates'.
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