Mercedes Milá: "Nunca tuve prejuicios contra 'Gran Hermano'"

Mercedes Milá, durante 'Gran Hermano 1'
Mercedes Milá, durante 'Gran Hermano 1'
TELECINCO
Mercedes Milá, durante 'Gran Hermano 1'

Este jueves, no podía coincidir mejor día de la semana, pues su día tradicional de emisión, se cumplen 20 años de la llegada de Gran Hermano a nuestro país. Al frente se puso Mercedes Milá, periodista de prestigio que no dudó en aceptar el reto de presentar ese nuevo formato. Desde el día que dijo sí, hasta el día en que dejó de presentar GH pasaron 16 años. 

Repasamos con ella la historia del formato de Telecinco, su esencia y su futuro. 

¿Recuerda el momento en que le hablaron por primera vez de Gran Hermano? Sonó el teléfono y al otro lado había una voz de mujer que me dijo que no me asustara, que si podrían hablar conmigo para ver si me interesaba un trabajo en televisión de un formato nuevo. Se iba a estrenar al poco, de hecho, desde que me llamaron hasta que se estrenó pasó un mes. Y me habló de Gran Hermano y le dije que era un formato fascinante, porque yo lo llevaba siguiendo en Holanda desde meses atrás. Me parecía la televisión más interesante que se estaba haciendo.

Aquella persona se sorprendería, no era un formato conocido entonces... Ella me contó que pensaba que la Mercedes Milá presentadora y que hacía entrevistas le iba a mandar a la mierda como la habían mandado todos a los que había llamado antes, porque yo creo que a mí me llamaron in extremis.

O sea, que fue un flechazo y una serendipia, ¿no? Yo me iba justo a Zimbabue a hacer un trabajo con una ONG y ese mismo día me mandaron un coche, a la productora Zeppelin. Desde el primer instante les dije que ese formato era sensacional si se hacía con rigor, que si iba a hacer una morbada yo sobraba.

Había muchos prejuicios y se le criticó por saltar de 'lo serio' al entretenimiento… Yo he hecho entretenimiento, política… he hecho de todo a lo largo de los años. A mí que se criticara no me importó. Esta mañana he leído un crónica con la que me han vuelto a tocar el trigémino porque decía: “lo vendieron como un experimento sociológico”. Mentira. Eso fue una expresión mía en directo, sin pensarlo dos veces y jamás pensé que eso sería tan verdad.

¿Aceptó porque no tenía prejuicios? Nunca tuve prejuicios contra Gran Hermano porque lo estaba siguiendo en Holanda. Y ¿sabes qué era lo que más me gustaba? Que yo había sufrido buscando la forma de tener buenos vídeos que se relacionaran con las entrevistas que hacía en plató. Y aquello, aquella casa, vomitaba vídeos cada minuto. Todo lo que pasaba se grababa y eso daba lugar a toda la concepción de los resúmenes, de las galas… nunca había problema de cosas que pasaran, porque pasaban cada segundo.

Y después de eso, de cabeza. Cuando Roberto Ontiveros y Pilar Blasco me contestaron a las quinientas preguntas que les hice y les creí, a partir de ese instante, a tope. Me fui a Zimbabue y a los diez días de volver empezó el programa.

¿Cuál fue su momento más intenso de su paso por GH? El momento que borraría, por intenso y doloroso, fue una madrugada en que Mónica, después de haberle preguntado en el casting por activa y por pasiva si tenía algo de que avergonzarse que pudiera salir, ella se calló que había tenido relación con según qué hombres. Y esa noche, cuando Pilar y yo subimos a Guadalix con la angustia en el cuerpo, pensando en qué iba a pasar con ella… lo recuerdo con mucho dolor.

Se ha volcado y visto el 24 horas hasta la madrugada… ¿le sigue pasando? No, desde que me fui en 2016, porque no me encontraba bien, necesitaba descansar y alejarme del programa y de la televisión en general. Así que vi el programa y vi las galas pero nunca más he hecho esa locura de no dormir por la noche viendo el programa hasta la madrugada.

¿Qué tiene éste formato que sigue interesando a la audiencia? Mientras haya seres humanos, sobre todos desconocidos, que quieran jugarse el pellejo entrando en Gran Hermano y siendo observados las 24 horas al día, tan generosos y valientes como para hacerlo, el formato seguirá adelante. Ya lo dije nada más empezar el programa: esto es como mirar por el ojo de la cerradura y nos sigue gustando hacer eso. Esa curiosidad de ver a personas como nosotros en dificultades, divirtiéndose o enamorados, nos gusta.

¿Es mejor el GH de anónimos que el VIP? Son dos programas claramente distintos. El de famosos tiene mucha gracia, el Dúo, por ejemplo a mi me divirtió bastante, pero el de anónimos tiene para mí la grandísima cualidad de lo imprevisible. Roberto Ontiveros, el súper, siempre decía que la química que se establece en un grupo de gente desconocida es imposible de prever. Esa combinación de personalidades, que tú puedes haber estudiado, no sabes cómo reaccionan cuando están en el tablero.

Aprovechó GH para hacer mucha pedagogía… Es que me parecía que había que utilizar esa plataforma tan poderosa para ayudar de alguna manera. Ahora hablando con Álvarito [Álvaro Díaz, director de Zeppelin y director de las galas en la época de Mercedes Milá] me contaba que viendo de nuevo la primera edición es brutal lo que se fumaba. Yo estaba horrorizada. Empezamos las campañas de GH ayudando a los concursantes a dejar de fumar, porque aquello era un escándalo.

Y se tematizaron las ediciones, hubo de todo... Yo pensaba que cada edición debía tener su leitmotiv, como el año con los chalecos con mensajes de concienciación o el año de las comunidades autónomas, el año de las frutas y verduras… El día que le dije a Mayte Méndez de Vigo que me iba a vestir de comunidades autónomas se quedó a cuadros, pero echó el resto para conseguir los looks, he tenido unas estilistas maravillosas. Aquello me pareció que unía a España. Ya entonces había tensión con Cataluña y un día me planté con las uñas pintadas en una mano con la bandera catalana y en la otra la de España.

¿Han contado con usted para el aniversario? Sí, me han llamado y me preguntaron si quería participar con los concursantes y estoy esperando que me mande el vídeo que han hecho para saber qué quieren que yo haga. Para mí todo lo que viene de Gran Hermano es una buena noticia. Menos el tema que no lo viví y no lo he visto, de Carlota, que no puedo opinar, todas las demás noticias me interesan porque es como si fueran de mi familia.

¿Qué es lo que más le preguntan sobre Gran Hermano? En general coinciden todos en preguntar: '¿Eso está todo guionizado, no?' Les digo que si me van a creer se lo cuento, si no, paso, porque me cansa hablar siempre de lo mismo. Les explico cómo se hace y cómo no hay absolutamente ni guion ni nada que pueda prever el comportamiento de los concursantes.

¿Debe volver GH y cómo? No lo sé… te confieso que no lo sé. Es una situación en la cual yo tengo poco que decir. A mí me encantaría que volviera, creo que tiene futuro forever and ever, pero con el problema que hubo, con la retirada de publicidad… no tengo ni idea de cómo están las cosas. Lo que espero es que Gran Hermano no desaparezca como si no hubiera sido el pilar más importante que ha tenido Telecinco en sus 30 años de historia.

¿Volvería usted a presentarlo? La respuesta es muy clara: hoy por hoy, no. Ahora estoy en otro recorrido. Después de 16 años de dedicación por completo a ese programa que amo, una vez que corté, pasé el calvario de una depresión y momentos muy malos, conocí a Jesús Calleja y a María Ruiz y a la productora Zanscar. Y creamos Scott y Milá, que me hace feliz cada día de mi vida.

Redactor '20minutos'

Redactor especializado en Televisión, Cultura y Espectáculos, con 19 años de experiencia. Locutor, colaborador televisivo y actor. Licenciado en Ciencias de la Comunicación en la CEU. He escrito guiones de cómic de humor, así como blogs sobre realities, además de en otros campos como la Historia y Fuerzas Armadas.

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