Revilla habló sobre su mujer Aurora y la enfermedad que padece en Viajando con Chester. El político también recordó a sus tres hijas y un duro momento que pasaron en el colegio debido a su cargo en la política y a los pactos que se negó a hacer en 1987 en Cantabria. 

En aquel entonces, Revilla ya pertenecía al Partido Regionalista de Cantabria. "Yo dije por todos los rincones que jamás íbamos a pactar con Juan Hormaechea", comenzó a explicar. "Me llamaron al día siguiente en las elecciones para darme todo lo que quisiera para hacer un pacto, pero fracasaron", aseguró firme. 

El cántabro le expuso a Risto Mejide que le ofrecieron 100 millones de pesetas, pero que siguieron fracasando, ya que él no cedió. "Me dijo que le faltaban dos votos para la mayoría absoluta y que los iba a comprar y deshacerme el partido", confesó.

"Casi me echan de Cantabria, me hicieron pintadas por todas las carreteras", relataba con cierto enfado, pero calmado. "Mis hijas tuvieron que sufrir en los colegios las pintadas que aquel hombre mandaba a hacer", añadió. 

Tras ello, Revilla llevó a Hormaechea al juzgado: "Fue condenado por seis años de cárcel y un día y 20 de inhabilitación". Pero todo cambió cuando sintió "pena por aquel hombre, y cómo le abandonaron los suyos". 

Tanto fue así, que, a pesar de "estar en contra de amnistías y de indultos", fue a ver a Zapatero para sacarle el indulto una semana antes de entrar en la cárcel.