Hace pocos días Netflix estrenó un reality basado en la exitosa serie de El juego del calamar, un concurso llamado El juego del calamar: El desafío, en el que se recrean con personas reales las pruebas que se pudieron ver en la ficción. 

En el programa, personas de todo el mundo se enfrentaban en las mismas condiciones que en la serie y por un premio nada desdeñable de nada menos que el premio de 4,56 millones de dólares (4,16 millones de euros). 

El espacio, grabado en los Cardington Studios, una antigua base de la Fuerza Aérea Real en Bedford, Reino Unido, está en emisión, aunque aún no se ha revelado (ocurrirá el 6 de diciembre) quién ha sido el ganador. 

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El caso es que en la promoción y la introducción del programa aparecen tomas aéreas y nocturas de ciudades como Nueva York, Sídney, Chicago, Londres o Murcia. 

Sí, Murcia, España. Y es que la compañía internacional confundió el Cristo Redentor o Cristo del Corcovado de Río de Janeiro con el Cristo de Monteagudo, que domina la huerta de Murcia. 

Así, la plataforma decidió asumir el error y al poco publicó un tuit jugando con eso. En la imagen subida a las redes sociales del gigante audiovisual puede verse al protagonista de El juego del calamar abriendo una de las famosas latas del juego de la galleta, pero en ella hay... unas marineras, una de las tapas más típicas de Murcia. 

Un colín de pan en forma de rosquilla alargada, ensaladilla rusa y una rica anchoa es lo que se encuentra el jugador en lugar de la insulsa y peligrosa galleta de azúcar de la serie. 

"No nos esperábamos una prueba con sabor murciano", decían respuestas de la cuenta de Twitter de Netflix a comentarios de los usuarios. "Hacer la ensaladilla rusa perfecta como nueva prueba de El juego del calamar", llegaban a proponer desde la plataforma.