Este lunes, Ni que fuéramos ha revelado que Alejandra Rubio y Carlo Costanzia se encuentran disfrutando de unos días en El Rompido, Huelva, hospedados en el Hotel Fuerte El Rompido.
La noticia ha generado gran revuelo, no solo por el detalle de que María Patiño, con un inglés algo rudimentario, haya mencionado que Rubio ha sido vista con una camiseta que dice "I hate everybody", sino también por los intentos fallidos de contacto por parte de Patiño y Kiko Hernández.
La presentadora ha sido la primera en intentar obtener información llamando directamente a la recepción del hotel. La periodista ha iniciado la conversación con Mohamed, de la central de reservas, y ha sido transferida a la recepción. Sin embargo, al solicitar información sobre la pareja, Elena, la encargada, le ha informado que no podía atender su petición, manteniendo la privacidad de los huéspedes.
Posteriormente, ha sido el turno de Hernández, quien ha decidido probar suerte llamando también al establecimiento. En esta ocasión, Hernández ha solicitado hablar directamente con Alejandra Rubio, usando su nombre de pila, Francisco Hernández, para evitar ser reconocido. No obstante, su intento tampoco ha tenido éxito y ha recibido una negativa similar.
Ante estos resultados, el televisivo ha concluido en tono resignado: "Alejandra está y nos está viendo".
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