Rostros desencajados por el dolor, caras congestionadas por la pena, lamentaciones, lágrimas, cabellos mesados, estertores y gemidos. No es el resultado de una tragedia, sino el de un puñado de llamadas telefónicas. Concretamente las que los triunfitos de Telecinco han recibido de sus familiares y amigos.

Para paliar la falta de cariño y la morriña de los concursantes de Operación Triunfo la organización les permitió comunicarse por teléfono con sus seres queridos y las reacciones fueron de lo más sentidas. Anabel, Esther, Iván, Manu, Mimi o Virginia lloraron desconsolados en la cabina donde recibieron la llamada.

Los familiares intentaban hacerse oír entre hipos y gemidos rotos por la pena. Y es que los aspirantes a cantante llevan algo más de un mes sin ver a sus familiares, cosa que les pesa en el ánimo. Sólo Reke se tomó con alegría la llamada.

Y es que lo de llorar es ya una institución en esta edición de Operación Triunfo. Virgina ha protagonizado dentro de la academia alguna de las sesiones de llanto más largas conocidas en la historia de la televisión y Esther consume cantidades ingentes de pañuelos de papel para secar sus a menudo húmedos ojos.

'Las Tanias' también protagonizaron los lloros a dúo más sentidos que se recuerdan, a tenor de su nominación y su expulsión de la academia, en la que es difícil que pase un sólo día sin que a alguien se le escape el sentimiento en forma de lágrimas.

El cuarto de baño se ha convertido en una especie de muro de las lamentaciones. En el excusado no hay cámaras, y los concursantes lo usan para desahogar sus tribulaciones, a falta de un bar donde ahogar sus penas.

¿Serán los comentarios de Risto Mejide? ¿La presión?

ENCUESTA: ¿Porqué lloran tanto los triunfitos?