El nombre de un programa nunca tuvo más sentido que en el concurso de La 1 Operación Triunfo. Su regreso, seis años después de marcharse por la puerta de atrás, ha sido un claro acierto como lo atestigua la audiencia, las críticas y la respuesta en las redes sociales.

Uno de los elementos fundamentales que juegan a favor de OT es la nostalgia. Así comenzó todo, de hecho, cuando en La 1 se dieron cuenta del enorme tirón de Operación Triunfo: El reencuentro y los fans clamaron por el regreso del formato. Y volvió y ya supera el 19% de cuota de pantalla y 2,5 millones de espectadores de media (al cierre de este artículo aún no había logrado superar a La que se avecina, en Telecinco).

Esa nostalgia y la épica de juntar a veteranos y nuevas generaciones es lo que entra en liza en la Gala especial de Navidad de OT 2017. Triunfitos de OT 1 (2001) y triunfitos del actual concurso se juntarán el próximo viernes 22 para grabar una gala llena de duetos, interpretando canciones de aquella primera edición. El 25 de diciembre, día de Navidad, se emitirá la gala en prime time.

En el colmo del aprovechamiento de la morriña, la gala navideña comenzará con una interpretación a coro, con veteranos y novatos, de la canción Mi música es tu voz (el himno de OT 1) y se cerrará, claro, con la nueva canción grupal de la presente edición: Camina. Cinco de aquellos primeros fenómenos de masas se perderán –por diversos motivos– el evento: David Bisbal, Chenoa, Juan Camus, Javián y Mireia.

Todo este éxito y despliegue (ya se ha confirmado que el representante de España en Eurovisión saldrá de Operación Triunfo) se debe a una acumulación de factores. Así es la televisión: cuando los astros se alinean, la audiencia responde.

A posteriori es fácil analizar los elementos del éxito (lo curioso es que para que un formato triunfe no basta con repetirlos). En el caso de OT pasan por haber llegado en el momento oportuno. El –quizá excesivo– descontento con Gran Hermano dejó una base de público disponible para engancharse a nuevos formatos. Además, comenzó con un canal 24 horas hiperaccesible (en YouTube) y la vida en la Academia, con actividades regladas y obligatorias durante todo el día, impide que haya momentos de inactividad.

Los concursantes tienen además un carisma especial, todos ellos, e interaccionan sin fricciones ni enfrentamientos, pero no por ello resultan aburridos: son jóvenes divirtiéndose. Hablan con total libertad de temas sensibles o polémicos, visibilizándolos y ganándose con ello a todo tipo de colectivos y sensibilidades. Algo que al parecer no acaba de encajar a ciertos directivos de RTVE, pero que supone la mayor apertura y modernización de la televisión pública de los últimos años.

Además hay lo que en la jerga de los realities se denomina "carpeta" o, lo que es lo mismo, una historia (o posible historia) de amor entre dos de los concursantes, Amaia y Alfred.

La cercanía y la implicación de cuantos trabajan cara al público en OT es otra de las claves de este éxito. Noemí Galera, Manu Guix o el propio Tinet Rubira (director de Gestmusic Endemol Shine Group, la productora de OT) son enormemente activos e interactivos en redes, atienden a los fans, contestan dudas, despejan rumores... Hacen partícipes a los espectadores y así ponen a las redes sociales a remar en favor del concurso.

Los concursantes de OT están rigurosamente aislados, pero ya han probado las mieles de la fama en las firmas de discos que llevaron a cabo hace días y que fueron multitudinarias. Además, se ha confirmado que cuando acabe esta edición habrá conciertos al menos en Barcelona (3 de marzo, Palau Sant Jordi, a la venta desde el día 22 de diciembre) y en Madrid (16 de marzo, Palacio de Vistalegre), las primeras ciudades de lo que podría ser una gira por España en la que participarán los 16 nuevos triunfitos.