Borja Terán Periodista
OPINIÓN

Pedro Almodóvar, Mercedes Milá y "la convivencia que está de capa caída"

Mercedes Milá con Pedro Almodóvar en No sé de qué me hablas de TVE
Mercedes Milá con Pedro Almodóvar en No sé de qué me hablas de TVE
RTVE
Mercedes Milá con Pedro Almodóvar en No sé de qué me hablas de TVE

"¿Te imaginas que nadie te entendiera?". Hay preguntas que no necesitan réplica, describen de golpe el escalofrío de la soledad más profunda. Mercedes Milá ha verbalizado tal retórica durante su reencuentro este miércoles con Pedro Almodóvar en No sé de qué me hablas de TVE. Un programa que no ha sido sólo una entrevista, ha sido lúcido retrato social que irá cogiendo todavía más fuerza con el paso de los años.

 "Antes era mucho más divertido porque ironizaba mucho", describe Pedro después de verse en otros espacios televisivos de Mercedes en los años ochenta. Eran otros tiempos. No existían las redes sociales y las entrevistas no se extraían tanto de contexto. También éramos más ingenuos, y los entrevistados no contaban con gabinetes de comunicación calculando qué se puede soltar y qué no. Veníamos de un país en blanco y negro, así que había ganas de jugar en directo o en diferido. Y ahí siempre estará la base de una entrevista despierta. La que impide un exceso de terrenos tan inocuos como vacuos. 

"Ser sincero es lo más fácil, es lo que queda mejor y es lo más divertido", continúa desarrollando Pedro mientras reconoce a Mercedes: "Normalmente, cuando acabo una entrevista, salgo diciendo qué cosas no debía haber dicho. Pero está muy bien haberlas dicho". La complicidad se abraza compartiendo. Y ser generoso conlleva, a menudo, sentir que tal vez has sido un 'boca-chancla'.

"Somos exhibicionistas", replica Mercedes con su característica pasión que es sencilla de escuchar. Aunque ni siquiera la estés viendo. Y se arremangan. Y se ponen a hablar. Y hablan de todo. De política, de odio, de machismo, de personas que no entienden ni quieren entender, de plantearse las cuestiones de género con una mirada más amplia, de evolución de sensibilidades... De compromiso. Y de crear historias porque sientes que debes contarlas. "Durante los años de la movida hacíamos las cosas por el placer de hacerlas. Ahora la gente joven tiene que competir inmediatamente y eso le quita parte de su desarrollo. Ahora tú haces algo de corazón pero desde que apareces ya tienes que competir". Pedro Almodóvar radiografía la generación de la 'última hora', donde casi no hay margen ni para digerir las creaciones. Las imágenes corren tanto que cuando quieres pensarlas ya estás en otra imagen. Necesitamos coger aire. Los cines son un buen lugar para aislarse y coger distancia un rato de las armas de distracción masiva que portamos en nuestra mano.

 "La realidad necesita un poco de ficción para hacerla más vivible", subraya Pedro con los ojos emocionados tras recordar a su madre y cómo incorporaba afectos a las cartas que leía a las vecinas que no sabían leer. Esa inteligencia emocional sostenía la congregación de una España nuestra que intentaba esquivar las trampas de los mercaderes de la división. Y Pedro no oculta una de sus grandes preocupaciones: "La convivencia está de capa caída, me gustaría que se recuperara. Tenemos que convivir". 

Mercedes Milá escucha atenta. Abraza a Pedro con la sensibilidad hecha mirada. Unos centímetros más allá Inés Hernand guarda silencio, a la vez que abre oreja y sonrisa. No es exactamente nostalgia, pero Pedro Almodóvar contagia el sentimiento de echar en falta aquel país en el que existía "la mezcla. Todos estábamos en el mismo lugar". Todos, cada uno con lo suyo, bailaban juntos en Rock-ola. En 2024, en cambio, se expande una sensación de que las discordias se acrecientan porque nos vamos encerrando en burbujas de autoafirmación y nos estamos perdiendo el valor de conocernos. Así es como se desactivan tantos prejuicios y temores infundados. Menos mal que cuando asoman esas reticencias, uno levanta la vista, aparece No sé de qué me hablas en TVE y aprecia que "la mezcla" sigue existiendo a pesar de los bullicios que pretenden devorarla. Y eso emociona.

Borja Terán
Periodista

Licenciado en Periodismo. Máster en Realización y Diseño de Formatos y Programas de Televisión por el Instituto RTVE. Su trayectoria ha crecido en la divulgación y la reflexión sobre la cultura audiovisual como retrato de la sociedad en los diarios 20 minutos, La Información y Cinemanía y en programas de radio como ‘Julia en la Onda’ de Onda Cero y 'Gente Despierta' de RNE. También ha trabajado en ‘La hora de La 1' y 'Culturas 2' de TVE, entre otros. Colabora con diferentes universidades y es autor del libro 'Tele: los 99 ingredientes de la televisión que deja huella'.

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