Recibe una brutal paliza por parte de un grupo de falsos sordomudos: "Son estafadores y a veces roban a la gente"

El matinal ha contactado en directo con la víctima de la agresión.
El matinal ha contactado en directo con la víctima de la agresión.
MEDIASET
El matinal ha contactado en directo con la víctima de la agresión.

Disfrutar en la terraza de un bar ahora que el buen tiempo parece haberse asentado es uno de los placeres más típicos de nuestro país. Sin embargo, en ocasiones, estos ratitos de ocio son interrumpidos por algunos grupos que se hacen pasar por sordomudos para conseguir dinero.

Esto fue, precisamente, lo que le ocurrió a Adrián, un taxista que disfrutaba de un tiempo agradable junto a su familia en Santa Ponsa, en Mallorca. Así, una joven que se hacía pasar por sordomuda se acercó a su mesa para intentar conseguir alguna 'ayuda'.

Este martes, Adrián ha contactado en directo con Vamos a ver, desde donde ha explicado que, cuando su pareja se negó a darle una propina a la joven, esta "dejó de ser sordomuda para comenzar a insultar y a escupirme". Tras esto, la joven se marchó y regresó acompañada de sus "compinches".

"Yo no estaba trabajando ni nada, estaba fuera de servicio y disfrutando con mi familia", ha especificado Adrián que, además, ha apuntado que "todo iba de maravilla hasta que aparecieron un chico y una chica": "Por mi profesión, como taxista, conozco a qué se dedican porque nos vemos a diario por multitud de zonas turísticas de la isla".

"Son personas que, normalmente, vienen del este de Europa. No son españoles. Se dedican al pillaje y la estafa, se hacen pasar por personas con alguna discapacidad y van con unas hojas de papel chapuceras pidiendo donativos. Además, si las personas se despistan, pueden sufrir robos".

"Cuando estábamos cenando se acercaron a nuestra mesa, les dijimos que no les íbamos a dar nada, pero insistieron bastante. Mi mujer les dijo que si no se iban íbamos a llamar a la Policía y, en este punto, la chica dejó de ser sordomuda para increpar a mi mujer y amenazarla. Aparentemente, todo se iba a calmar".

"Íbamos a continuar con la cena, pero el problema vino cuando esta chica intentó colarse entre nuestra mesa y la de otros comensales, quedando fuera de mi campo visual. Yo me levanté, le pedí que se fuera y le dije que aquel no era su lugar. Ella empezó a insultarme, yo cogí su carpeta y la lancé fuera del local para llamar la atención de los camareros del local, que vinieron rápidamente y echaron a esta pareja del restaurante", ha agregado la víctima.

"Cuando me volví a sentar a la mesa, la chica, desde la calle, se acercó a mi otra vez para insultarme y escupirme. Yo me levanté, salí del local, aparté a la chica y hablé con el chico para recriminar la acción de su compañera. En ese momento, el chico inició un forcejeo conmigo. Yo me veía entre dos personas", ha explicado Adrián.

En este forcejeo, Adrián sufrió un puñetazo que le provocó una gran herida en el pómulo y, además, el estafador le dislocó un hombro. El chico huyó, pero Adrián consiguió retener a la joven. Pocos minutos después, aparecieron más personas dispuestas a defender a los estafadores: "Mi intención era retener a la chica hasta que llegasen las fuerzas de seguridad para, al menos, tener a alguien que pudiera responder por lo que estaba pasando".

"El chico llamó a dos compinches que, en cuestión de uno o dos minutos, aparecieron con un coche. Bajaron dos 'armarios empotrados', me vieron con la chica y me apalearon hasta que tuve que soltarla porque no podía retenerla más. Todos subieron dentro del coche. Mi mujer, que es muy valiente, intentó detener al conductor agarrándole del antebrazo desde fuera del vehículo. Fue el mayor miedo que pasé porque pensaba que la iban a atropellar o a agredir a ella. Fui a por ella y, en ese momento, arrancaron marcha atrás e iniciaron la huida", ha sentenciado Adrián.

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