Maite Galdeano y Rubén Torres por fin se conocieron en Supervivientes, de una manera un tanto peculiar y que hizo que el público, los espectadores y el propio Jorge Javier Vázquez no pudieran aguantar la risa.
"Podrás pasar una noche con los concursantes en Cayo Paloma", le anunció el presentador a la invitada. Ella lo celebró eufórica. Tanto que al entrar en la palapa y saludar a todos los concursantes tuvo un tremendo despiste: no se percató de que faltaba alguien.
Nada menos que su yerno, el novio de su hija, Kiko Jiménez. La madre de Sofía Suescun no se dio cuenta de que Kiko había sido expulsado de Supervivientes gracias al voto de la audiencia, aunque no era definitivo.
"Estaba tan ilusionada que ni me acordaba", le confesó a Jorge Javier. "Bueno, a ver, esto es un concurso", justificó la salida de Kiko. En realidad, ella conocía la posibilidad de la segunda oportunidad para el chico. Por eso no se mostró tan preocupada.
Para despedir la noche, Jorge tuvo una petición para Torres y Maite: "Miraos como Meryl Streep y Clint Eastwood en Los Puentes de Madison". Ambos lo hicieron, dejando una romántica postal para la etenidad.
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