Maite Galdeano cumplió la promesa que hizo en el plató de Supervivientes y visitó a Rubén Torres en Honduras de la manera más tronchante que los espectadores podían ver. La suegra de Kiko Jiménez se hizo pasar por una masajista llamada Rosario. 

Lo más divertido de todo fue que Rubén no sabía cómo era Maite físicamente, a pesar de haber dicho en varias ocasiones que quería salir con ella, por la manera que tuvo Kiko de venderla con sus compañeros. 

"Te vamos a solucionar el problema de la contractura de espalda", le anunció Jorge Javier Vázquez al concursante. "Rosario te va a dar un masaje", añadió. Galdeano comenzó a darle el preciado masaje, mientras hacía comentarios muy graciosos: "El campo cibermagnético se emplea para esto". 

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Maite repasó toda la parte trasera del cuerpo del bombero. "Los tobillos los tienes bien puestos, hay un poco de retención de líquido, se nota que haces muchos esfuerzos", fue recitando a medida que avanzaba el masaje. Las risas del público fueron multitudinarias. 

Lamentablemente, la broma terminó a los pocos minutos porque al presentador se le escapó el nombre de Maite, en lugar de Rosario. Ahí fue cuando Rubén se cercioró de la situación y se mostró muy sorprendido: "Me han hablado muy bien de ti". 

Ambos se abrazaron y congeniaron desde el principio. Tanto, que Maite se levantó la camiseta para enseñarle el bikini y su cuerpo en forma. "Me gusta el deporte", aseguraba ella. "Se nota", le respondía él. Ambos rieron junto a Jorge y el público, además de Kiko Jiménez que lo vio a través de una tablet.