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Una de las 14 mujeres afectadas por la mala praxis de una clínica estética: "Procuro no tocarme el abdomen porque está hundido"

Someterse a una operación de cirugía estética es una de las prácticas más comunes en nuestro país. Sin embargo, cada vez son más los clientes insatisfechos con los resultados que obtienen al salir del quirófano. Este lunes, Espejo Público ha contado en su plató con Vanessa, una de las 14 mujeres afectadas por la mala praxis de una clínica de medicina estética.

Tal como ha explicado, Vanessa tiene bultos y cicatrices en el pecho: "Yo me operé de una mastopexia y abdominoplastia con una liposucción de 360. En los pechos tengo una cicatriz de unos dos centímetros de grosor cuando, en realidad, tendría que ser una línea".

"Tengo uno de los pezones, donde el doctor Valdés me hizo una cura... Me dijo que el cuerpo, lo que no le gusta, lo rechaza y me enseñó la costra con todos los puntos. A raíz de eso se me abrió la herida y tengo una cicatriz enorme. Después fue el del abdomen, que tenía un hueco de unos tres centímetros de ancho y muy profundo. También tengo seromas en todo el abdomen, el doctor Jairo Robledo, que era quien supuestamente me intervino, me lo intentó quitar".

La mujer ha contado cómo la trataron en la clínica nada más llegar. Así, ha destacado que fue una comercial, asegurando que era la asistenta personal del citado doctor Robledo, quien la exploró por primera vez y que, mediante una videoconferencia, Jairo Robledo le dijo que, quizá, la operación no quedaría perfecta.

Tras esta conversación, Vanessa decidió operarse, aunque antes insistió en conocer personalmente al doctor y, finalmente, consiguió una cita con él: "No dudé de que era médico cuando me atendió. Hablé con él, me pintó, me explicó cuánto duraba la operación, el tiempo de recuperación... Entré en la sala de operaciones y me dijo que tenían que hacer una liposucción de papada a otra paciente porque no la habían podido hacer el día anterior".

"Hablé con la dueña de la clínica y me dijo que era un tal doctor Valdés quien nos operaba cuando estábamos dormidas. Pero nadie le conoce", ha agregado la víctima que, además, ha explicado que el supuesto doctor Robledo no cuenta con un título de medicina homologado en España.

Visiblemente afectada por su aspecto tras las operaciones estéticas, Vanessa ha recalcado: "Cuando me ducho, procuro no tocar la zona porque la tengo hundida hacia dentro. Me ha condicionado totalmente la vida". Además, el matinal ha podido hablar en directo con el doctor Ramón Varela, cirujano plástico de España, quien ha apuntado que "las complicaciones son una posibilidad inherente a cualquier proceso médico".

"Nuestra experiencia y formación consigue que podamos ofrecer a nuestros pacientes resultados buenos y muy buenos con una tasa de complicaciones muy baja. Hoy en día, tenemos médicos, cirujanos que, seguramente, hacen cosas para las que no tienen formación o para las que no están capacitados. Pero la sociedad dispone de mucha información y debemos asegurarnos. El paciente, cuando busca una clínica de cirugía estética, lo más importante y casi lo único que tiene que hacer es asegurarse de que el cirujano plástico que le va a operar tiene la formación necesaria", ha explicado Varela.

Vanessa también ha apuntado que acudió al Hospital Centro de Andalucía de Lucena, en Córdoba, donde la directora le aseguró que no conocía al doctor Jairo Robledo. Ante esto, Vanessa preguntó que, entonces, cómo podía ser que estuviera operando en sus quirófanos, a lo que la directora respondió que los quirófanos del hospital se alquilaban y que "ella no podía ponerse en la puerta a pedir el DNI". De la misma manera, Vanessa ha destacado que perderá el peso necesario para poder someterse de nuevo a una operación estética que revierta los daños causados: "Después, tendré que reunir las fuerzas para entrar otra vez en un quirófano porque mi recuperación fue muy mala y mi experiencia no ha sido buena".

Finalmente, la mujer ha recalcado que, desde el primer momento, advirtió de que era alérgica a un antibiótico. Sin embargo, esta alergia medicamentosa no aparecía después en ninguno de los informes que le entregó la clínica: "Cuando estaba sedada, me podrían haber puesto esa medicación. Que se aplique la ley Sara, por favor, que está aprobada y no se está aprobando".

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