En las redes sociales no sabemos ya diferenciar muy bien qué hacemos porque queremos hacerlo y qué hacemos para que se vea que lo hemos hecho. Hay que ser productivos en felicidad. Necesitamos la validación del 'like' e incluso sentir la envidia de personas que ni siquiera conocemos. Esta competitividad viral en el espectáculo de quién posee más alegría va provocando el impulso de celebraciones perturbadoras. Es el caso de 'Gender Reveal', una fiesta para que las parejas descubran delante de todo el personal el género del bebé que esperan y, de paso, las cámaras capten la expresividad de su reacción al enterarse. El vídeo resultante asegura unos minutos de fama en TikTok y en Instagram.
Hay 'Gender Reveal' para una alta gama de gustos. Que si avionetas pintando el cielo de azul o rosa, que si explosiones de confeti de azul o rosa... Suena hasta de otra época, pero es una tendencia actual que hasta puede transformarse en tradición. Incluso Dulceida ha caído esta semana en su propio 'Gender Reveal'. Eso sí, ha eliminado el rosa y el azul, porque no hay colores de niños y de niñas. Que con estas ceremonias de apariencias y vanidades se nos va olvidando, con lo que nos había costado aprenderlo.
Pero choca que una pareja LGTBI, que reivindica igualdad de derechos, apueste por celebrar si aguardan nene o nena. En cierta manera, compran la simplificación de dar relevancia al género y sus roles . Y no lo pueden evitar, pues la efectista liturgia escénica de conocer el sexo del bebé en sus redes sociales es un rentable contenido que las pone en el centro del debate social.
Es el problema de la profesión de influencers: necesitan alimentar la trama de sus vidas con constantes requiebros del guion. Hijos incluidos, existiendo una nueva desprotección de la infancia ante la exposición en redes sociales. Los niños son comercializados hasta antes de nacer.
De momento, Dulceida ha empezado importando de norteamérica el show de revelar el sexo de tu retoño como si fuera el escaparate final de El Precio Justo. ¿Qué será lo siguiente? También está de moda en USA la 'Baby Shower', que es algo así como la puesta de largo del selfie del bebé, mientras recibe regalos.
Las vidas se piensan más para los demás que para uno mismo. Más aún si esa exhibición es tu negocio, tu proyecto, tu motivación. Entonces, cada vez necesitas mejores cliffhangers para seguir impresionando. Lo que hay fuera de plano no importa, no aporta si no es cool. Aquí lo que aporta e importa son los patrocinios, los likes y los comentarios. Vengan de los nenes o de las nenas.
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