Borja Terán Periodista
OPINIÓN

La vieja táctica de "robar" entrevistados en un directo de la tele: sucede más de lo que parece

Ana Rosa Quintana quejándose porque hay un reportero de 'Y ahora Sonsoles'
Ana Rosa Quintana quejándose porque hay un reportero de 'Y ahora Sonsoles'
Mediaset
Ana Rosa Quintana quejándose porque hay un reportero de 'Y ahora Sonsoles'

En televisión, como en la vida, lo que parece que sucede es más importante de lo que realmente ocurre.  Ana Rosa Quintana se enfada en directo porque un reportero de otra cadena se cuela en la imagen de una entrevista de su propio programa. Pero un detalle pasa desapercibido: al periodista de Y ahora Sonsoles se ve porque alguien de TardeAR abre el encuadre de la cámara para que se vea. Entonces, Ana Rosa Quintana verbaliza: "Hay un compañero que es de otra cadena, le ruego que se salga de plano", dice.

En cambio, en Antena 3 la audiencia no se percata de que la reportera de Telecinco y el reportero de Antena 3 se están repartiendo los invitados para que las dos cadenas puedan hablar con las mujeres afectadas por un hombre que colocó cámaras ocultas en los baños de la empresa, entre otros lugares. El suceso es morboso y los dos magacines quieren las declaraciones. Pero, al final, el de Telecinco araña otro conflicto más porque la imagen muestra que hay un reportero de Sonsoles Ónega y Quintana se queja en directo. "Esto yo no lo he visto nunca en mi vida", y los aplausos resuenan en el Estudio 1 de Mediaset. 

Pero sí se ha visto antes, claro que sí. Es más, lo hemos visto todos. Porque estas situaciones llevan sucediendo muchos años de diferentes formas. Son prácticas por las presiones de las teles de tener a los mismos invitados. A veces, intentando "robar" al entrevistado cuando el directo irrumpe. Otras, la gran mayoría, jugando a retener a los protagonistas para que no puedan entrar en otros programas. Y como normalmente desconocen el medio no entienden qué está pasando y la buena voluntad provoca que caigan en la treta sin saberlo. De ahí que, a veces, se alargue más de la cuenta la espera para la entrevista e incluso la propia entrevista en directo para que no la pueda tener después la cadena rival. Esto ha sido tan habitual, esto se ha producido tanto en los programas matinales. La propia María Teresa Campos me lo contaba y no terminaba de entender esta ferocidad entre compañeros sólo por una entrevista que, normalmente, además ni siquiera daba personalidad propia al programa. 

Quizá es la hora en la que empezar a aprender que el compañerismo es incentivar que no pasa nada por compartir invitados y que se vea, como pasó este jueves. De hecho, qué sano es compartir invitados cuando el tema es de carril. Es decir, cuando el tema está en todos los medios y no es un contenido realmente exclusivo del programa. La gente sabe que hay más canales, no es necesario la calentura que genera tensiones entre curritos y batallas por un mero 10 por ciento de audiencia. Qué más da. Toca cambiar el chip. La tele es “solo no puedes, con amigos sí”, que decía Lolo Rico en La bola de cristal. Lo que nos debería avergonzar es el individualismo que hemos normalizado tanto que ni lo vemos y nos termina dejando desconectados de las verdaderas relevancias de la realidad. A la tele, también.

Borja Terán
Periodista

Licenciado en Periodismo. Máster en Realización y Diseño de Formatos y Programas de Televisión por el Instituto RTVE. Su trayectoria ha crecido en la divulgación y la reflexión sobre la cultura audiovisual como retrato de la sociedad en los diarios 20 minutos, La Información y Cinemanía y en programas de radio como ‘Julia en la Onda’ de Onda Cero y 'Gente Despierta' de RNE. También ha trabajado en ‘La hora de La 1' y 'Culturas 2' de TVE, entre otros. Colabora con diferentes universidades y es autor del libro 'Tele: los 99 ingredientes de la televisión que deja huella'.

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