Castillos y molinos entre los 5 alojamientos históricos que puedes reservar en Airbnb
Apartamento en la playa o en la montaña. Bajo esta premisa, somos muchos los que reservamos nuestras vacaciones de agosto para huir de la rutina y el trabajo y apostar por la tranquilidad. Una apuesta clásica que nos encanta pero que, al mismo tiempo, raya en lo clásico, por lo que cada vez son más quienes buscan destinos singulares cercanos, ya sea en España o en países vecinos como Francia o Portugal, a los que viajar para disfrutar de experiencias diferentes. Así, castillos medievales, molinos de viento o monasterios son algunos de los alojamientos históricos que pueden encontrarse en Airbnb y que triunfan entre los amantes de lo sorprendente. ¡Y no es para menos!
Sirva de ejemplo el castillo Rauly, ubicado en el corazón de Monbazillac, en la región de la Nueva Aquitania francesa, ideal para los viajeros que buscan experiencias únicas en los alrededores de España. Se trata de una construcción del siglo XIX que sigue el estilo arquitectónico Napoleón III llena de encanto e ideal para disfrutar de unos días de desconexión lejos del ajetreo de las ciudades: se ubica en un parque de cinco hectáreas a cinco kilómetros de Bergerac con piscina para asegurar una estancia de asueto y descanso en un entorno idílico. Eso sí, el precio por noche y viajero asciende a los 100 euros.
También en España podemos alojarnos en un castillo, esta vez medieval del siglo X, si buscamos unas vacaciones de cuento. Ubicado en Llaés, comarca del Ripollès (Cataluña), en este alojamiento reina la tranquilidad, ya que se encuentra en medio de una exuberante naturaleza que nos hará sumirnos en la desconexión. Una propuesta exclusiva (600 euros por viajero con un mínimo obligado de dos noches) que nos permitirá descubrir este bien cultural nacional que mantiene gran parte de la estructura de la fortificación, desde la torre de homenaje al patio de armas, sin dejar de lado el recinto religioso con una zona ajardinada, el pequeño cementerio y la iglesia de San Bartolomé, de marcado estilo románico.
De un castillo medieval a un molino de viento clasificado como monumento nacional. Ubicado en Peniche, Portugal, esta construcción rehabilitada con vistas al Atlántico es la oportunidad perfecta para descubrir el país vecino desde una óptica diferente y rural, ya que, aunque está cerca de Lisboa, para acceder a la capital hay que coger el coche y atravesar algunos pueblos costeros o de interior con mucho encanto. En esta propuesta, el desayuno está incluido y se disfruta en la habitación por un precio de 175 euros por noche con un mínimo de tres para poder reservar.
A orillas del mar, esta vez Cantábrico, se encuentra esta casona tradicional perfecta para los que buscan una villa lujosa, tranquila y con mucho encanto para disfrutar de unos días de vacaciones. A diferencia de otros alojamientos, no especifican la dirección exacta hasta que no se hace la reserva, pero lo que sí podemos averiguar es que esta villa cántabra tiene jacuzzi, piscina interior y se alquila por 1.100 euros por noche.
Respirar paz y tranquilidad es, precisamente, lo que buscan los que eligen el monasterio turolense de El Olivar, en Estercuel. Se trata de un lugar con 760 años de historia, situado en un valle solitario de olivos, cereales y bosques, perfecto para disfrutar de las estrellas, donde los propios religiosos de la orden de La Merced nos darán la bienvenida. El precio, 47 euros por noche y en esta ocasión sí que existe la posibilidad de reservar solo una.
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