Los balnearios con más de 100 años de historia en España, un recorrido por asombrosas maravillas termales
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Independientemente de si hace frío o calor, los balnearios son una de las mejores opciones para recuperar fuerzas tras los intensos días de trabajo. Durante siglos, los beneficios de estas instalaciones se han mantenido en nuestro país gracias a remodelaciones y reconstrucciones que han mejorado su apariencia y consistencia.
En nuestra geografía española encontramos muchos balnearios con más de 100 años de historia y una larga tradición que ha sabido mantenerse hasta la actualidad. Conoce la historia y el origen de algunos de los balnearios más antiguos.
Balneario de Mondariz (Pontevedra)
Inaugurado en 1873, el Balneario de Mondariz es considerado como el pionero del termalismo gallego, además de ser un gran referente entre las principales Villas Termales de Europa. Fueron los hermanos Peinador quienes en 1873 crearon lo que hoy es actualmente este balneario lleno de historia. Es la primera villa termal española, y desde el pasado siglo XIX es el destino perfecto para aquellos españoles que quieren disfrutar de unos días de relajación y desconexión.
Hotel Balneario Paracuellos de Jiloca (Zaragoza)
El Hotel Balneario Paracuellos de Jiloca es el Balneario más antiguo de Aragón. Construido en 1848, y a solo 2 Km de Calatayud y Zaragoza, su fama por la calidad de sus aguas sulfuradas y belleza de su hotel es reconocida a lo largo de sus 160 años de historia. Puedes acceder a su circuito termal de aproximadamente 2 horas de duración en el que se incluye sauna nebulizada o sauna finlandesa, entre muchas más opciones desde 38 € por persona.
Balneario Vichy Catalán (Girona)
El Hotel Balneario Vichy Catalán fue el proyecto iniciado por el médico naturista Modest Furest y Roca, quien ejercía la medicina en Girona y pueblos aledaños. En la década de 1870, durante una estancia en Caldas de Malavella, descubrió los efectos que provocaban en el ganado las aguas del manantial del cerro 'Puig de les Ànimes'. Este médico mandó analizar dichas aguas que finalmente resultaron ser ricas en sales y en carbonato. En 1881, el manantial y los terrenos adyacentes se adquirieron con el objetivo de construir un gran balneario inspirado en los existentes en ciudades europeas como Vichy. Las aguas fueron declaradas de utilidad pública mediante Real Orden de 5 de marzo de 1883.
Balneario de Cestona (Guipúzcoa)
El Balneario de Cestona está situado en Guipúzcoa, a pocos minutos de Zumaya y Zarautz y a 30 kilómetros de San Sebastián. Rodeado de plena naturaleza, este histórico Balneario evoca la época de mayor esplendor de los centros termales en Europa, en el que encontrar todas las comodidades actuales. Sus aguas termales mineromedicinales son reconocidas a nivel internacional por sus muchas propiedades. Según cuenta la tradición, los perros del Marqués de San Millán, recuperaron su salud gracias a las propiedades de las aguas mineromedicinales de este lugar, que fueron declaradas de utilidad pública en el año 1792 abriendo las puertas el balneario en 1804.
Balneario La Toja (Pontevedra)
Cuenta la leyenda que un ganadero abandonó a un burro que se encontraba en mal estado en la isla de la Toja, pero para su sorpresa, al regresar, lo encontró más fuerte que nunca. Gracias a las propiedades de las aguas termales y los lodos propios de la isla, el animal se había revitalizado. Pasado el tiempo, el botánico Antonio Casares en 1841, confirmó lo que el burro ya había descubierto.
Este químico y farmacéutico gallego encontró metales como calcio, hierro, magnesio o sodio que unidos a temperaturas de entre 30 y 60 grados centígrados convertían las aguas de La Toja en el lugar perfecto para curar enfermedades. Fue entonces cuando el Marqués de Riestra, tras conseguir autorización, abrió el primer Balneario construido en la isla. Puedes encontrar diferentes ofertas o visitar su página web aquí.
Balneario de Archena (Murcia)
La historia del Balneario de Archena está directamente relacionada con los íberos. Estos fueron los primeros que utilizaron sus aguas, asentándose en Archena hacia el siglo V a.C. Desde la Edad Media y hasta el siglo XIX, estos baños fueron propiedad de la Orden de San Juan de Jerusalén. Entre 1858 y 1878 se llevó a cabo la total transformación arquitectónica del balneario con la participación de arquitectos como José María Aguilar y Vela.