La ciudad de Austria que rivaliza con Viena y es una de las más bellas de Centroeuropa
España está repleta de lugares especiales que son perfectos para una escapada en pareja. Pero si lo que te apetece es salir de nuestras fronteras, opciones tampoco te van a faltar. Y aunque todo adicto a los viajes románticos tiene en Viena uno de sus destinos favoritos, esta no es la única ciudad austriaca que tiene la capacidad de sorprendernos y transportarnos a escenarios inolvidables. Salzburgo, la cuna de Mozart, es una ciudad mágica y llena de historia, con numerosos rincones medievales que te robarán el corazón si eres de los que no pueden resistirse a los encantos de otra época.
La Ciudad Vieja de Salzburgo
Buena parte de la belleza de Salzburgo la encontrarás paseando por las pequeñas calles del casco antiguo, que están llenas de detalles que hacen viajar a la Edad Media, como las tiendas con carteles en hierro forjado que recuerdan inevitablemente a esa época. Una de las calles más pintorescas y turísticas es Getreidegasse o calle del grano. Por cierto, justo en el número 9 se encuentra la casa natal de Mozart, en la que vivió hasta los 17 años, y se puede visitar.
Otro de los lugares de obligada visita es la catedral. Situada en el centro de la denominada Ciudad Vieja, fue diseñada en estilo italiano y está consagrada a San Ruperto, fundador de Salzburgo. Construida en el siglo XVII, destaca la fachada de mármol y su imponente cúpula.
Las principales plazas de Salzburgo
Muy cerca de la catedral hay dos plazas importantes. Una de ellas es la animada Kapitelplatz, desde donde se ve la fortaleza Hohensalzburg desde abajo. Además de poder jugar al ajedrez en un gran tablero con piezas de tamaño natural, encontrarás otra de las atracciones más populares de Salzburgo: la Sphaera, una moderna estatua dorada con forma de esfera y con un hombre de pie encima. La otra plaza que no debes perderte es la Residenzplatz, sobre todo porque en ella se está la Sala de Conferencias, donde Mozart, a la corta edad de 5 años, dio sus primeros recitales.
La fortaleza de Hohensalzburg
Es sin duda el símbolo de esta ciudad. Lo primero que llama la atención es su localización a unos 100 metros sobre el nivel del mar, dominando la ciudad de Salzburgo con su majestuosidad. Construida entre los siglos XI y XVI, es uno de los edificios defensivos mejor conservados de toda Europa. En el interior destacan la sala de los pilares de mármol y las mazmorras.
La Abadía de San Pedro
Junto a la Kapitelplatz está la Abadía de San Pedro, que fue fundada por San Ruperto en el siglo VII, siendo el monasterio benedictino más antiguo de Austria. Fue residencia de obispos hasta el siglo XII. Destaca la torre del edificio, al ser una de las primeras de su tipo que se construyeron en Europa. Y al lado de la abadía está la iglesia de San Pedro, construida en 1130, destaca por ser la única iglesia románica que hay en la ciudad.
El Castillo Mirabell y sus jardines
Muy cerca del centro se encuentra este palacio que es Patrimonio de la Humanidad y uno de los principales monumentos de Austria. Además de los impresionantes jardines barrocos con fuentes y estatuas de mármol, en el interior llama la atención la espectacular escalera construida en el siglo XVIII y La Sala de Mármol que se utiliza en algunas ocasiones para celebrar conciertos.