La ciudad italiana con una ciudadela medieval en lo alto de una colina y rodeada por murallas venecianas
Milán y Venecia son ciudades que siempre tenemos en mente cuando planeamos una corta escapada fuera de España. Pero muy cerca de estos dos populares destinos se encuentra Bérgamo, una joya italiana que demasiadas veces suele pasar desapercibida. Y eso que muchos viajeros que van a Milán utilizan la opción de llegar a su aeropuerto. Te aconsejamos que en tu próximo viaje a Italia dediques al menos dos o tres días a conocer esta ciudad mágica que tiene más de 2.000 años de antigüedad y es famosa por su Ciudad Alta, un centro histórico fortificado repleto de fascinantes edificios.
Un paseo por la Città Alta de Bérgamo
Descubrir con calma esta ciudad medieval, construida en las alturas y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es el plan estrella en cualquier viaje a Bérgamo. Rodeada por murallas venecianas del siglo XVII, la Città Alta alberga la mayoría de los edificios histórico. La mejor manera de acceder es con funicular, sobre todo si quieres ahorrarte la caminata desde la Ciudad Baja. Tiene dos vagones y más de 120 años de antigüedad. Y lo mejor, durante el trayecto podrás disfrutar de una panorámica única.
Piazza Vecchia, el corazón de la ciudad
Una vez arriba, el centro neurálgico de la Cittá Alta se encuentra en la Piazza Vecchia. Está rodeada de elegantes edificios, entre ellos el Palazzo Nuovo y el Palazzo della Ragione. Aunque hay numerosos palacios, si tienes que elegir te aconsejamos que visites este último. Del siglo XII, es uno de los edificios medievales más antiguos de la ciudad y en su día, durante la dominación veneciana, fue el epicentro de la vida política de Bérgamo. Como detalle, en la galería de abajo se encuentra un reloj solar con una antigüedad de más de 200 años.
También en el corazón de la Piazza Vecchia está la famosa Torre Cívica, llamada Campanone. Tanto sus 230 escalones como el ascensor, te conducen a lo alto donde no solo encontrarás la campana más grande de Lombardía, también podrás disfrutar de las mejores vistas sobre la Ciudad Vieja.
Las Murallas Venecianas
El paseo por las Murallas Venecianas, que están reconocidas como Patrimonio de la Humanidad, es uno de los planes imprescindibles en cualquier escapada a Bérgamo. Fueron construidas en los tiempos en los que la ciudad estuvo dominada por Venecia y rodean los barrios del casco histórico. A través de sus 6 kilómetros de longitud podrás disfrutar de maravillosas vistas y también observar las cañoneras de San Michele y San Giovanni.
La Catedral de Sant'Alessandro
Del siglo XV, está dedicada al patrón de la ciudad. Construida en una combinación de estilos neoclásicos y barroco italiano, sobre ella circulan varias leyendas. Lo que sí se sabe es que sobre los cimientos de la estructura actual se encontraron vestigios de un lugar de culto paleocristiano que se remonta al siglo V.
La Basílica de Santa María la Mayor
Situada al otro lado de la Piazza del Duomo, este edificio religioso impacta por el contraste entre su sublime barroco interior y la arquitectura del exterior en estilo románico lombardo. Una de las cosas que más llama la atención de este templo, que rivaliza en belleza con la catedral, es que no encontrarás la clásica entrada frontal. En su lugar cuenta con cuatro puertas laterales protegidas por pórticos con pequeñas columnas. Lo más impresionante es la maravillosa fachada de mármol blanco de Candoglia y rosa de Verona, adornada con estatuas.
Gastronomía y paseos
Además de visitar su rico patrimonio arquitectónico, Bérgamo hay que disfrutarla recorriendo sus calles adoquinadas llenas de tiendas, curioseando sus productos locales y parándose en alguno de sus bonitos cafés. Uno de los más famosos es el Café Pastelería Cavour, en Bérgamo Alta. Abierto desde 1880, ha sido lugar de encuentro de poetas y literatos. Y claro, no te puedes ir sin dar buena cuenta de la gastronomía de la zona: además de las sabrosas tablas de embutidos y quesos locales, como el Taleggio o el Strachitunt (delicias que no deben faltar cuando tomes el famoso aperitivi) prueba también los famosos Casoncelli alla Bergamasca, una pasta fresca en forma de media luna que está rellena con carne, verduras, amaretti y peras.