Los castillos más impresionantes de la Comunidad de Madrid

La historia de la Comunidad de Madrid, que formó parte de la Hispania musulmana durante casi cuatro siglos, no puede entenderse sin volver a las fortificaciones y castillos que un día organizaron y defendieron su territorio. Como en otros partes del país, esas fortalezas constituyen hoy algunos de los testimonios más evocadores de ese tiempo.

La región de Madrid posee numerosos ejemplos de castillos, fortalezas y atalayas, que han sido testigos de los grandes hechos históricos. Son en total 67, si bien es cierto que no todos están igual de bien conservados. Pero hay unos cuantos que dan buena cuenta de la vida en el medievo. Estos son los castillos más impresionantes de la Comunidad de Madrid.

Castillo de la Coracera

Se levanta en San Martín de Valdeiglesias, en el suroeste de la Comunidad, en la ribera del Alberche. Este castillo fue residencia a Isabel La Católica al ser proclamada heredera de Castilla. Dispone de una planta cuadrada, con tres torres cilíndricas en sendas esquinas y una cuarta, la torre del Homenaje, que destaca por su gran tamaño. En el interior está la Oficina de Información Turística y una vinoteca que es sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Madrid.

Castillo de Chinchón

También llamado castillo de los Condes, es una de las dos fortalezas del municipio, junto con el castillo de Casasola. Construido en el siglo XV, está constituido por dos cuerpos cuadrangulares con esquinas rematadas en torres cilíndricas. El edificio es de dos cuerpos, que se imbrican entre sí formando una gran planta rectangular, y está rematado en torres cilíndricas. Está circundado por un foso, que se conserva parcialmente. La fortaleza se encuentra en buen estado de conservación, pese a las vicisitudes históricas, que se saldaron con varios expolios e incendios (lo último: fábrica de licores en el siglo XX). Del interior, al que no se puede acceder, sólo se conserva la planta inferior.

Castillo de Buitrago de Lozoya

Está vinculado al conjunto amurallado de la localidad y se alza sobre el río formando una auténtica fortificación con fines defensivos de la época de la Reconquista. Su construcción actual se fecha entre los siglos XIV y XV, probablemente sobre los restos de una fortaleza anterior. Su estilo arquitectónico es mudéjar y su planta, casi cuadrada, tiene unos 45 metros de lado, haciendo de frontera natural con el río. El interior se utiliza para la organización de eventos culturales. En esta fortaleza residieron importantes personajes de la monarquía castellana y española como Juana "La Beltraneja" y su madre o Felipe III.

Castillo de Villarejo de Salvanés

La torre del homenaje es el único elemento del edificio que se conserva actualmente. Sin embargo, esta torre constituye una muestra arquitectónica única en España, al disponer los cubillos agrupadamente en los lados y no en las aristas, como es habitual en la arquitectura militar española. No está clara la fecha de su fundación (seguramente el siglo XIII). Fue sede del Tribunal Especial de las Órdenes Militares y, en el siglo XIX, acogió como refugiado a El Empecinado. Actualmente, se encuentra restaurado y puede visitarse su interior.

Castillo de Villaviciosa de Odón

Es un palacio-fortaleza levantado sobre grandes bloques de granito de las canteras de El Escorial. De carácter robusto e impactante, la primera construcción es del siglo XV, por los condes de Chinchón. Tras muchos avatares y cambios de propiedad, en el siglo XIX fue sede de la Escuela de Especial de Ingenieros de Montes y ya en el XX alberga el Archivo Histórico General del Aire. La sorpresa es sun exuberante jardín al que se puede acceder desde la fachada trasera y otro contiguo al Castillo. El parque del Castillo y el Jardín Histórico, dos espacios verdes en donde se unen naturaleza, cultura y recreo.

Castillo de Manzanares el Real

Es el gran castillo de la región, por su arquitectura y por su estado. Claro que Manzanares no tiene un castillo, si no dos. Ambos tienen una estructura muy similar con tres torreones del mismo tamaño y uno mayor que forma la Torre del Homenaje. Del castillo viejo (siglo XIV), que fue de carácer defensivo, quedan algunos restos a las afueras de Manzanares el Real. El nuevo, que se levantó ya como residencia, comenzó a construirse en 1475, sobre una ermita. Destaca por su galería gótica, sus ventanales sobre arcos de medio punto o los adornos de las torres de estilo isabelino.