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Qué ver en Formigal y alrededores: naturaleza, historia y pueblos con encanto

Vista de la estación de esquí de Formigal.
Wikipedia/ Willtron

Es el principal destino de España para los amantes del esquí, pero más allá del deporte blanco, Formigal (Huesca) se ha convertido en toda una referencia para los que buscan naturaleza y aire puro en cualquier momento del año. Impresionantes rutas de senderismo con las que explorar lagos de origen glacial, ascender en el telecabina de Panticosa hasta el Valle de Petrosos o hacer una ruta por los pueblos de alrededor son algunas de las actividades que no debes perderte en una escapada por la que es una de la zonas más bellas de nuestro país.

Panticosa

Vista de Panticosa (Huesca).
Getty Images/iStockphoto

Situado en la confluencia de los ríos Caldarés y Bolática, Panticosa tiene su principal atractivo en sus casas de piedra, con contraventanas de madera y tejados de pizarra. Pero sobre todo, los turistas llegan hasta esta localidad oscense atraídos por todo lo que ofrece el bonito Valle de Tena, y que se puede disfrutar visitando sus pueblos o empleándose a fondo en el turismo activo. Y aunque paseando por sus calles encontrarás una interesante iglesia de origen románico, los dos grandes reclamos de Panticosa son la estación de esquí y su histórico balneario de aguas termales, donde podrás relajarte a 1.630 metros de altitud en cualquier momento del año.

A los lagos glaciares en el Telecabina de Panticosa

Lago de Sabocos en los Pirineos.
Getty Images/iStockphoto

El telecabina es una espectacular manera de descubrir el mágico Pirineo Aragonés desde los aires. Sale del pueblo de Panticosa y ofrece una completa panorámica del Valle de Tena. El trayecto dura 15 minutos y supera un desnivel de más de 700 metros. Te deja junto al restaurante Petrosos, en un enclave ideal para hacer rutas de senderismo de todos los niveles. Una de las caminatas más espectaculares es la que conduce hasta los ibones de Asnos y Sabocos, dos impresionantes lagos de montaña de origen glaciar.

Lanuza

Pueblo de Lanuza, con el embalse que le da nombre.
Lucia Izquierdo / iStock

A tan solo 3 kilómetros de Formigal y a 10 de Panticosa se encuentra el pequeño pueblo de Lanuza. Una bella localidad de casas de piedra y tejados de pizarra que estuvo a punto de desaparecer bajo los aguas de un pantano, algo que finalmente no ocurrió. Tras años de abandono, ha sido recuperado por sus vecinos, y hoy es una parada obligatoria en cualquier ruta por el valle de Tena.

Hoz de Jaca, la tirolina doble más larga y alta de Europa

Situada sobre el pantano de Búbal a 1.200 metros de altitud, es otro de los maravillosos balcones naturales que dan al Valle de Tena. Además, esta localidad pirenaica es el punto de partida de numerosas excursiones de alta montaña. Recorriendo sus calles encontrarás bonitas muestras de arquitectura popular, como sus casas-patios, o la iglesia parroquial de los Santos Reyes, construida entre los siglos XVII y XVIII. Pero sobre todo, estamos en el lugar perfecto para los amantes de las actividades de riesgo, ya que uno de los principales atractivos de Hoz de Jaca es su tirolina de 950 metros de recorrido. Si te atreves, las vistas que te esperan al cruzar por encima del pantano son impresionantes.

La ruta de las iglesias del Serrablo

Iglesia de San Martín de Oliván, Huesca
Wikipedia.org

Otro motivo de peso para visitar esta zona es realizar la ruta de las iglesias del románico lombardo. Se trata de quince edificios religiosos que datan de los Siglos X y XI y que son una valiosa muestra de la arquitectura mozárabe. Todas ellas comparten características comunes como pequeño tamaño, una sola nave con ábside, decoración sencilla en el exterior y esbeltas torres-campanario. Tienen también en común que cuentan con una antigüedad de más de mil años y están situadas en pequeños pueblitos pirenaicos del entorno del río Gállego. San Juan de Busa, San Martín de Ordovés y San Martín de Oliván suelen estar abiertas. Para visitar el resto de iglesias hay que pedir la llave, que suele tenerla algún vecino de la localidad. También existen visitas guiadas.

Parque Natural de Lacuniacha

Lobo ibérico en los bosques nevados del Parque Silvestre Lacuniacha, Piedrafita de Jaca
Getty Images/iStockphoto

Si vas con niños, este será el mejor momento del viaje. Disfrutarán viendo más de un centenar de animales de 15 especies diferentes en un entorno maravilloso. Linces, sarrios, bisontes, osos pardos, corzos, cabras montesas o lobos ibéricos en su hábitat natural y en estado de semi libertad. Es la faceta más salvaje de los Pirineos que iréis encontrando en un recorrido a pie de algo más de cuatro kilómetros. Es recomendable llevar calzado cómodo de hacer senderismo. Este parque natural se encuentra en el municipio de Piedrafita de Jaca, en el Valle del Tena. Precio entrada: 18 € (adultos) y 14 € (niños de 4 a 17 años).

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