Ni Bruselas ni Brujas: el lugar de Bélgica famoso por su ciudad medieval bien conservada y su ambiente acogedor
Bélgica tiene algunas de las ciudades más fascinantes de toda Europa. Urbes como Bruselas o Brujas suelen acoger a miles de turistas todos los años, incluidos aquellos que vuelan desde España, aunque en el país hay otros muchos lugares que también merece la pena conocer y que están repletos de encanto. Uno de ellos es Gante, la segunda mayor población del país y que mantiene todavía su aspecto medieval.
Situada a apenas media hora en tren tanto de Bruselas como de Brujas, la ciudad de Gante es una de las grandes joyas de Bélgica, y por ello debe ser una parada obligatoria en el viaje por el país. Recorrer sus calles y conocer sus monumentos más emblemáticos te llevarán a un viaje en el tiempo hasta la Edad Media, y es que esta ciudad es el gran emblema medieval de toda la nación.
Qué visitar en Gante, la joya medieval de Bélgica
Ubicada en la región flamenca, Gante está atravesada por dos ríos, el Lys y el Escalda. En la Edad Media fue uno de los centros más importantes de Europa durante el Medievo. Ese auge provocó la construcción de edificios que hoy en día siguen en pie, como el Castillo de los Condes, una imponente fortaleza del siglo XII a orillas del río Lys que aun mantiene casi intacta su muralla de defensa. Tampoco te puedes perder la Catedral de San Bavón, un gran templo gótico del siglo XIII, ni el campanario, declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Cruzar el Puente de San Miguel y conocer enclaves del casco histórico como el espectacular ayuntamiento, un edificio que tardo medio milenio en construirse, así como templos tan extraordinarios como la Iglesia de San Nicolás o la Abadía de San Pedro. Eso sí, aunque haya muchos monumentos medievales, los encantos de Gante no acaban ahí, ya que pasear por el muelle Korenlei al lado del Rys es una experiencia increíble y una de las mejores cosas que puedes hacer en Gante.
El increíble ambiente de Gante
Las maravillas de Gante no están solo en sus símbolos arquitectónicos, sino también en el ambiente que se respira por sus calles. Una apasionante gastronomía se entremezcla con numerosos bares en los que puedes descansar durante un rato antes de retomar el itinerario del día. Además, también es uno de los mayores centros culturales de toda Bélgica, por lo que siempre hay algún evento al que podrás acudir. Todo ello hace de esta ciudad una de las más increíbles del país.
Apúntate a la newsletter y recibe en tu correo las mejores propuestas para viajar por el mundo.