Destinos

La “pequeña Praga” fundada por Julio César y en cuyo palacio se inspiró Mozart para su sexta sinfonía

Plaza Alta de la ciudad checa de Olomouc.
Getty Images

Es fácil caer en la tentación de describir a Olomouc como “la pequeña Praga”; sin embargo, esta joya de Moravia (República Checa) tiene identidad propia y una personalidad que la hace única. A poco más de 200 kilómetros de Praga, pero también de Cracovia (Polonia) o de Viena (Austria), el tesoro escondido entre el Adriático y el Báltico deslumbra a primera vista.

La bella Olomouc, a 200 km de Praga, fue una de las más grandes fortalezas barrocas del Imperio Austro-Húngaro

Cuenta la leyenda que fue el mismísimo Julio César su fundador, pero lo que sí es cierto es que fue una gran ciudad en la Alemania medieval, acabó siendo capital de Moravia y alcanzó su máximo esplendor en tiempos barrocos. Por ello debía ser bien protegida; quedan algunos restos de las viejas murallas medievales, así como la puerta judía. La bella Olomouc fue una de las más grandes fortalezas barrocas del Imperio Austro-Húngaro y acabó rodeada por la muralla teresiana, de la que se conservan intactas la Puerta Teresa, en honor a la emperatriz, y el arsenal.

Fuente del "fundador" Julio César en Olomouc.
Carla Royo-Villanova

El castillo más antiguo

En la colina de San Wenceslao se encuentra el castillo. Es el más antiguo de Moravia y junto a él se fueron asentando los primeros habitantes que en el siglo XIII se reorganizaron definitivamente en ciudad hasta llegar a ser capital de Moravia. Se fue ampliando con el paso de los años hasta convertirse en el palacio de Premyslid. Aquí se alojaba la emperatriz María Teresa en sus visitas a Olomouc y Mozart fue hospedado aquí junto a su familia tras enfermar de viruela después de un concierto en la ciudad.

Mozart fue hospedado en el palacio Premyslid junto a su familia tras enfermar de viruela después de un concierto en la ciudad

Durante su convalecencia, que se prolongó un mes, el pequeño genio, con entonces 11 años, terminó la 6ª Sinfonía en fa mayor entre las paredes de Premyslid. En la actualidad aún quedan restos del antiguo castillo y sus murallas. El palacio se conserva con sus ampliaciones y su espectacular claustro gótico y en el antiguo decanato se encuentra el Museo de la Archidiócesis, inaugurado por San Juan Pablo II, con una impresionante pinacoteca que alberga obras desde el siglo XII hasta el XVIII. En una de las salas destaca la Custodia de Oro, conocida como Sol de Moravia, cuyas 18 esmeraldas son más valiosas que los 1.400 diamantes que la decoran.

Catedral y palacio de Olomouc.
Carla Royo-Villanova

La gran catedral

También puede verse la descomunal carroza dorada del cardenal Troyer que utilizaban los arzobispos el día de su proclamación. Junto a esta parte histórica de la colina se alza la catedral de San Wenceslao. En su fachada dos torres sobrepasadas por una tercera, cuyos 100,65 metros de altura la convierten en la más alta de Moravia y la segunda más alta de Chequia; una de sus campanas es también la segunda más grande de la región.

Dicen que el fabuloso interior de la catedral de Olomouc y el sonido de su majestuoso órgano inspiró a Mozart para terminar su sinfonía 

La primera iglesia románica se destruyó tras varios incendios y la que vemos es puro gótico del siglo XIV con otra reforma posterior en estilo neogótico. En sus escaleras fue asesinado el rey de Bohemia Wenceslao III, pero nunca se supo quién lo hizo. En una de sus criptas se encuentran las tumbas de los obispos de Olomouc y dicen que en su fabuloso interior, iluminado por los colores de las vidrieras y el sonido de su majestuoso órgano, Mozart se inspiró para terminar su sinfonía. No en vano se trata de uno de los más bellos ejemplos del gótico centroeuropeo.

Iglesia de San Mauricio.
Carla Royo-Villanova

Sin aglomeraciones

El centro histórico de Olomouc es el segundo más grande e importante de Chequia, de ahí la coletilla de “pequeña Praga”. La gran diferencia con la capital es que no hay aglomeraciones ni colas para ver monumentos o museos. Es un remanso de paz entre arquitectura medieval, gótica y barroca. La tranquilidad de sus calles y los suaves tonos pastel de los edificios hacen que esta bellísima ciudad sea el perfecto ejemplo del Barroco más estimulante y armonioso.

El centro histórico de Olomouc es el segundo más grande e importante de Chequia, de ahí el apodo de “la pequeña Praga”

Al igual que en Viena y otras ciudades centroeuropeas, también aquí se identificaron algunas casas, normalmente las que pertenecieron a nobles o grandes comerciantes, con signos y esculturas como la Casa del Ciervo de Oro. Los atractivos de Olomouc se deslizan uno tras otro paseando por sus calles. Muchos de sus monumentos son libros abiertos de la historia de la arquitectura; como ejemplo, la iglesia de San Mauricio, de principios del siglo XV y que, además del gótico tardío, tiene elementos renacentistas, barrocos y neogóticos. Su órgano, construido en el siglo XVIII, es el más grande de Europa Central, con 135 registros y 10.400 tubos. Puede escucharse durante el Festival Internacional de Música de Órgano. Una impresionante escalera de caracol con 206 escalones lleva a la cumbre de su torre más alta para contemplar las mejores vistas de la ciudad.

La Puerta Teresa de la muralla, en honor a la emperatriz.
Carla Royo-Villanova

Arsenal convertido en biblioteca

En el siglo XVI Olomouc ya era capital referente en términos políticos, militares, económicos y religiosos, pero fueron los jesuitas en el año 1573 quienes culminaron el poder de la ciudad incorporando a su amplio haber la Universidad, conocida como la Oxford de Chequia por ser una de las más antiguas del país. Los jesuitas trajeron desde España a los primeros profesores de Teología y al poco se amplió la formación con las cátedras de Medicina, Derecho y Filosofía hasta las ocho con las que cuenta actualmente.

De los 102.000 habitantes de Olomouc, más de 25.000 son estudiantes

Hoy en día de los 102.000 habitantes de Olomouc más de 25.000 son estudiantes y la Universidad tuvo que desplazarse a un cercano arsenal. La romántica metáfora de cambiar pólvora por libros se hizo realidad y en el suelo de la Biblioteca Central una frase lo alaba: “Ojalá todos los arsenales se convirtieran en bibliotecas”. En el antiguo campus universitario se encuentra el seminario y la iglesia de San Miguel, famosa por sus tres cúpulas y el impresionante decorado barroco-rococó de su interior.

Ayuntamiento y reloj astronómico de Olomouc.
Getty Images

Palacio de emperadores

No muy lejos se encuentra el Palacio Arzobispal, donde estaba en 1848 Francisco José cuando le proclamaron emperador tras la abdicación de su tío, el enfermizo y epiléptico emperador Fernando. Seis años después se casaría con Isabel de Baviera, más conocida como Sissi Emperatriz. Además de la Sala del Trono del emperador puede verse la Sala de Recepciones donde el zar Alejandro de Rusia y Francisco I unieron tácticas y fuerzas para combatir a Napoleón, quien en 1810 se casaría con María Luisa, hija del emperador Francisco.

El ejemplo más original y único en el mundo de este tratado de arquitectura que es Olomouc es sin duda su reloj astronómico

Sin embargo, el ejemplo más original y único en el mundo de este tratado de arquitectura que es Olomouc es sin duda su reloj astronómico. Construido en el siglo XV, fue destruido por los nazis en la II Guerra Mundial. Su peculiaridad radica en que fue restaurado incorporando elementos y simbología del realismo socialista. Es un homenaje al trabajo, por lo que las figuras que desfilan cada día a las doce de la mañana son científicos, deportistas, obreros o agricultores. Tiene inscrito el nombre de Stalin y su fecha de nacimiento y en el mosaico dorado se representan los trabajos típicos de cada estación del año. Se encuentra en el Ayuntamiento en la Plaza Alta.

Columna de la Santísima Trinidad en Olomouc.
Mikhail Markovskiy

La columna de la Santísima Trinidad

No menos importante es el Ayuntamiento renacentista, que desde hace seis siglos mantiene su función original y es símbolo de la importancia que tuvo Olomouc. No descarten subir a su torre para otear la ciudad desde su mismo corazón. Estos dos emblemas de la ciudad y la columna de la Santísima Trinidad han convertido la Plaza Alta en la más visitada de Olomouc. La barroca columna de la Santísima Trinidad es Patrimonio de la Humanidad. Se trata de un imponente conjunto de estatuas que representan la Asunción de la Virgen con 18 santos, doce portadores de luz y relieves con seis apóstoles hasta una altura de 35 metros desde donde domina la plaza la Santísima Trinidad.

Olomouc alberga el grupo monumental más grande de esculturas barrocas en Europa Central en un mismo conjunto

Es el grupo monumental más grande de esculturas barrocas en Europa Central en un mismo conjunto y se levantó en 1740 como agradecimiento por el fin de la terrible peste que asoló la comarca años antes, de ahí la pequeña capilla que acoge en su interior. A su presentación oficial acudió la emperatriz María Teresa. Los elementos ornamentales de esta fabulosa plaza se completan con tres de las siete fuentes de la ciudad, incluida la de Julio César, en honor a su leyenda de fundador, y que desde su caballo con las dos patas levantadas parece proteger a los ríos Morava y Danubio, representados por dos figuras que brotan agua. Las otras fuentes de la plaza son la de Hércules y la de Arión y sus tortugas, del año 2002, que culminó siglos después el sueño barroco. 

Entre los fabulosos edificios de esta plaza destaca el Edificio Radetzky, llamado así en homenaje al conde y militar austriaco Joseph Radetzky, quien durante un tiempo habitó la casa. Fue quien inspiró a Strauss padre en la composición de su famosa marcha.

Fuente de Neptuno en la Plaza Baja de Olomouc.
Diego Grandi

La Plaza Baja

Igualmente interesante y atractiva resulta la Plaza Baja. Aquí, y con el sueño de llegar a tener siete fuentes en la ciudad, se construyó la primera en 1683, la dedicada a Neptuno. Ya en el siglo XVIII se levantó la fuente de Júpiter y en medio de la plaza la segunda columna más importante de Olomouc, esta vez dedicada a la Virgen María y también en agradecimiento al fin de la peste. Los señoriales edificios que rodean la plaza pintan de pastel el conjunto, armonizando una vez más el opulento barroco.

Los amantes del whisky tienen otro motivo para visitar esta inspiradora ciudad: el pub Black Stuff está considerado uno de los mejores bares de whisky del mundo. Ubicado en una casa medieval y decorado siguiendo la tradición irlandesa, es embajada de la marca Ardbeg, ofrece diez tipos especiales de cerveza de barril y una colección de dos mil whiskies. Organizan eventos y catas privadas.

Apúntate a nuestra Newsletter de Viajes y recibe en tu correo las mejores propuestas para viajar por España y por el mundo

¡Ya estamos en WhatsApp! Si quieres recibir en tu móvil toda la actualidad y las noticias más importantes del día, pincha aquí y únete a nuestro canal. Es un sistema gratuito, cómodo y seguro.