Una de las playas más populares de Cataluña: aguas turquesas y tranquilas entre acantilados arbolados
Cataluña tiene la suerte de ofrecer bellos destinos de mar y montaña. Si buscamos playa, la Costa Brava es una gran opción por sus aguas turquesas, arena dorada y pueblos de pescadores de casitas blancas. Esta zona comprende el litoral gerundense entre Blanes y Portbou, uno de los pueblos con más viento de España.
A una hora en coche de Girona y a una y media de Barcelona se encuentra el pueblo de Begur, uno de los más bonitos de la Costa Brava y custodiado por un castillo medieval. La localidad catalana cuenta con una de las mejores playas para el verano, según la guía Lonely Planet: la Cala de Aiguablava.
"Agua azul"
El nombre de este coqueto arenal esclarece uno de sus atractivos, pues Aiguablava traducido al español es "agua azul". Aparte de su bonito color, sus aguas son tranquilas y poco profundas. La Cala de Aiguablava mide unos 80 metros de largo y unos 40 de ancho, por tanto, la primera línea es bastante reducida y por ello, muy disputada.
De arena fina, la Cala de Aiguablava cuenta con numerosos servicios e instalaciones: baños, duchas, puesto de socorrismo, chiringuito, un centro de buceo y alquiler de hamacas y sombrillas. Se puede acceder a pie, en coche, ya que cuenta con un parking aledaño, y en barco (cómo no).
La popularidad de esta playa se debe en parte por el Parador de Turismo situado en uno de los acantilados que la rodean. Con una arquitectura moderna, el Parador de Aiguablava expone en su interior 200 obras de artistas catalanes: Dalí, Rafael Durancamps, Antoni Clavé, Tápies o Miró.
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