Disfrutar de la Costa Vasca en tranquilidad es posible en estas playas con poca gente de Guipúzcoa
- Más allá de La Concha o de la Playa de Zarautz, la costa guipuzcoana esconde otras playas donde disfrutar del mar alejados del tumulto.
- Zarautz o La Concha, son solo algunas de las playas imprescindibles para disfrutar en Guipúzcoa este verano
Viajar a Guipúzcoa siempre implica tres cosas: comer pintxos, beber txakolín, y disfrutar de la naturaleza en estado puro que nos ofrece el País Vasco. Y en estas fechas que corren, si hablamos de naturaleza no podemos dejar de hacerlo del mar. Porque anda que no nos gusta un buen chapuzón.
Y si lo que queremos es disfrutar de un día de playa en tranquilidad lejos de la muchedumbre de las playas de ciudad, Guipúzcoa, lleno de montes y rincones escondidos, es el lugar.
Playa de Itzurun
Esta impresionante playa de Zumaya es un destino obligado si lo que buscas son playas tranquilas en la provincia. Rodeada de acantilados y de un espectacular fenómeno geológico llamado Flysch, nos ofrece una de las vistas más bonitas de la costa guipuzcoana. A algún seriéfilo le sonará esta playa que aparece en algunas escenas de la última temporada de Juego de Tronos.
Playa de Saturrarán
Entre los municipios de Ondarroa y Mutriku se encuentra esta playa reconocida por los dos peñones que la coronan. Con un extenso arenal, esta playa es ideal para desconectar en tranquilidad.
Playa Gaztetape
Esta playa de Getaria se encuentra en una zona semiurbana por lo que, a pesar de no ser una playa demasiado concurrida, no tiene un acceso complicado. Se trata de una zona con viento y oleaje, por lo que la extensión útil del arenal depende del día.
Playa Lapari
Situada en el municipio guipuzcoano de Deba, esta playa de arena dorada y roca es el lugar perfecto para descansar en un paraje, no demasiado abrupto, pero sí tranquilo.
Playa Sakoneta
La más cómoda no es. Pero esta playa del municipio de Deba nos ofrece unas vistas espectaculares. Se encuentra a los pies de un acantilado y el acceso no es el más sencillo de la zona, a decir verdad, pero sí merece -y mucho- la pena.
Una vez devorados todos los pintxos de la barra y tomado unas cuántas copas del vino de la tierra... ¿te has puesto ya el bañador?