El pueblo italiano que se construyó debajo de un castillo

Como si estuviera sacado de una película, el pueblo italiano de Rocca Imperiale crea una estampa digna de admirar. Se trata de una localidad ubicada en la provincia de Cosenza, en la región de Calabria, y se caracteriza por la disposición de sus casas. Estas se encuentran distribuidas en escalones, a unos 250 metros sobre el nivel del mar, justo debajo del impresionante castillo, el cual corona la colina. 

Gran importancia estratégica y militar

El castillo, conocido como el castillo de Suabia, fue construido a principios del siglo XIII por Federico II de Suabia. La obra se inició como consecuencia del surgimiento de los edictos de Capua en 1220, con los que el emperador ordenó la construcción o reestructuración de hasta 200 castillos con fines defensivos en el sur de Italia. Así, la fortaleza se levantó en un lugar con gran capacidad e importancia militar y estratégica. De esta forma, controlaba el paso por la antigua vía Apia-Traiana que, partiendo de Reggio Calabria y bordeando el mar Jónico, unía Brindisi con la antigua Vía Apia.

El castillo fue objeto de incontables incursiones berberiscas. De hecho, en 1664 resistió el ataque de 4.000 piratas sarracenos que asolaron la localidad, destruyendo la antigua iglesia del siglo XIII situada en el centro histórico. A día de hoy, solo queda el bello campanario románico con ventanas ajimezadas y cornisas.

Con el paso del tiempo, fueron muchos los propietarios que pasaron por los muros de la fortaleza. Así, en el año 1717, los duques de Crivelli adquieren el edificio. Son estos los que realizan las últimas reformas notables, transformando la fortaleza en un pequeño palacio. No obstante, durante el siglo XIX se sumió en un estado de abandono hasta que en a principios del siglo XX fue comprado por la familia Cappa. De esta forma, la fortaleza estuvo habitada hasta 1989, cuando los últimos herederos de la familia decidieron donarla al municipio de Rocca Imperiale. 

Qué hacer en Rocca Imperiale 

El castillo es el punto más alto del pueblo, sin embargo, para llegar hasta él se tienen que recorrer las sinuosas y estrechas calles de su casco histórico. Esta es la mejor forma de disfrutar de Rocca Imperiale, descubriendo cada rincón en los distintos niveles, pues su disposición hace que se divida en diferentes 'pisos' como si fuera una pirámide. 

Así, se podrán disfrutar de atractivos como la iglesia de Santa María en Cielo Assunta, la primera iglesia de la localidad construida en el siglo XIII. Igualmente, destacan también y las iglesias de San Giovanni Battista del siglo XV, la de Carmine del siglo XVII y la iglesia de Sant'Antonio da Padova del XVI.

A su vez, la localidad cuenta con numerosas iniciativas de carácter artístico y cultural, como exposiciones de arte, representaciones teatrales, exhibiciones de películas, así como eventos musicales y folclóricos. De esta forma, el antiguo Monasterio de los 'Frailes Observantes' cuenta con un museo de cera, donde numerosos personajes están representados con refinada y aguda semejanza a los que fueron los hombres simbólicos del siglo XX en Italia. 

Por otro lado, el pueblo se caracteriza por el cultivo de limones. Un cítrico el cual lleva en la zona cerca de cinco siglos. Esto es gracias al microclima y a la situación geográfica con la que cuenta la zona, pues disfruta de la protección de las colinas al oeste, norte y sur, y de la acción mitigadora del mar al sureste. 

Así, el lugar cuenta también con una zona costera conocida como Rocca Imperiale Marina. Allí, se podrá disfrutar de sus playas como la de San Nicolás, la de Lungomare, desde donde se puede admirar toda la belleza del castillo, y la de Guijarros. 

Apúntate a la newsletter y recibe en tu correo las mejores propuestas para viajar por el mundo.