El pequeño pueblo de Francia con espectaculares cascadas entre las casas
Podríamos hacer un viaje de una punta a otra de Francia solo visitando sus preciosos pueblos. El país galo es perfecto para el turismo rural, gracias a villas con tanto encanto como Collonges-la-Rouge, que destaca por el color rojo de los edificios, o Collioure, a menos de una hora de la frontera con España.
Otra villa que merece la pena descubrir es Salles-la-Source, una pequeña localidad del departamento de Aveyron donde las casitas de piedra se combinan con la vegetación creando una mágica postal. Otro elemento se suma a este paisaje y le aporta aún más esplendor, y es que entre las propias calles y viviendas de la localidad nos toparemos con grandes cascadas que vierte sus aguas sobre pozas.
Naturaleza viva entre las casas
El municipio de Salles-la-Source, formado por varios pueblos, incluida la capital homónima, es un territorio de roca y agua. Dos tercios de su superficie están ocupados por la Causse Comtal, una meseta calcárea en la prolongación del Parque Natural Regional Grands Causses. El paisaje se completa con el río Créneau y su fuerza de erosión, que ha ido excavando el valle que separa el municipio en dos.
Ese cauce y los arroyo en los que se divide serpentean por el pueblo de Salles-la-Source, dejando a su paso varias cascadas que se convierten en elementos urbanos más. Y es que aquí es normal girar la esquina y encontrarse con un enorme salto de agua cayendo con fuerza y creando una melodía acuática constante con la que viven los vecinos de la villa.
Qué ver en Salles-la-Source
Más allá de la naturaleza de Salles-la-Source, su patrimonio arquitectónico también merece una mención. En la villa de Salles-la-Source, además de las impresionantes cascadas, es imprescindible acercarnos a la iglesia de Saint-Loup, con su gran campanario coronado con un tejado en punta. Por otro lado, también podemos visitar el Museo de las artes y profesiones tradicionales, para adentrarnos en la historia humana de la zona.
Para completar el viaje, también podemos movernos hasta otras villas del municipio como Cadayrac, "que toma su nombre de un antiguo dominio galorromano", explican desde el ayuntamiento. Allí encontraremos un castillo construido en los siglos XIV y XV y la iglesia de San Amans, de estilo gótico. Por otro lado, en la villa de Cougousse también se alza una iglesia, esta vez levantada en el siglo XIX.