Destinos

El destino poco conocido de Europa que estará de moda entre los turistas por su gastronomía, historia y belleza natural

Volosko.
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Aunque durante muchos años Croacia no ha sido considerado como un destino especialmente turístico, desde hace un tiempo el país balcánico se ha convertido en un lugar a tener muy en cuenta para las vacaciones de verano. Aunque en España la ciudad más conocida es Dubrovnik, lo cierto es que en todo el territorio hay maravillas escondidas que harán las delicias de cualquiera que las visite.

Bañadas por el Adriático, las costas croatas tienen destinos increíbles que pasan por debajo del radar de los turistas cuando se está escogiendo un lugar para pasar unos días de playa, pero hay muchas joyas ocultas que se encuentran en el país y que deben ser consideradas de cara a este verano, como la increíble ciudad de Zadar o el pequeño a la par que majestuoso pueblo de Volosko.

Un tranquilo paseo a orillas del Adriático

Situada al oeste del país, en pleno Golfo de Kvarner, el pueblo de Volosko es uno de los grandes destinos olvidados en cuanto a turismo de costa, pero esta localidad de la región de Istria es de los mejores lugares para conocer de verdad la cultura croata. Sus estrechas calles empedradas y su largo paseo marítimo hasta Opatija, que está a solo dos kilómetros y es otro de los lugares imprescindibles que visitar en la zona, lo convierten en un pintoresco municipio donde la paz reina por encima de todo.

Volosko.
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A lo largo del Paseo de Lungomare hay numerosas calas de piedra ideales para tomarse un respiro o contemplar el atardecer, así como mansiones del siglo XIX que ejemplifican la importancia histórica de Volosko. Además, su coqueto puerto repleto de barcos pesqueros también dota al pueblo de un aspecto muy pintoresco. Pero ya no solo es un auténtico paraíso para quienes buscan relajarse alejados de los destinos masificados, sino que también tiene preciosos edificios para los amantes de los viajes más culturales.

Una preciosa iglesia del siglo XIX

Erigida en el siglo XIX a pocos metros del puerto, la Iglesia de Santa Ana es una verdadera maravilla arquitectónica y el edificio más importante de toda la localidad. Además, también está apenas unos minutos de la plaza principal de Volosko, centro neurálgico del pueblo en el que se concentra toda la oferta gastronómica del municipio. En sus numerosos restaurantes se pueden probar los platos típicos de la región, como sus guisos de carne o sus diferentes recetas con pescado.

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