Viajes

Senderismo por el flysch de Algeciras: un paseo entre rocas a través del tiempo

La ruta del flysch forma parte casi en su totalidad del Parque Natural del Estrecho.
juntadeandalucia.es

Son poco más de dos kilómetros y medio los que separan el faro de Punta Carnero de la playa de Getares. Una ruta breve, que, sin embargo, permite que viajemos muy atrás en el tiempo. Las puntas de rocas que afloran en la superficie esconden un singular valor geológico que apenas podemos encontrar en Andalucía. Son formaciones conocidas como flysch, término que nace de un dialecto alpino que quiere decir “terrenos que se deslizan”. Millones de años de historia cubren los sucesivos estratos rocosos que, debido a desplazamientos tectónicos provocados por el choque de las placas africana y euroasiática, han quedado al descubierto. Para que nos entendamos: los estratos creados horizontalmente bajo el lecho marino se fueron plegando en vertical hasta emerger sobre la costa, quedando a la vista los compuestos por materiales más duros (areniscas). Los más blandos (margas) han ido erosionándose por la acción de las corrientes marinas.

El término flysch nace de un dialecto alpino que quiere decir “terrenos que se deslizan”
Flysch en la zona de Punta Carnero.
ALEJANDRO CARRASCO VILLAVERDE

Un sendero junto a la bahía

Al igual que ocurre con los estratos horizontales de las rasas mareales que se extienden entre Zumaia y Deba, en la costa guipuzcoana, para disfrutar de este particular paisaje gaditano, en pleno estrecho de Gibraltar, hay que esperar a que la marea esté baja. Solo en ese momento podremos recorrer este espectacular paraje de rocas salientes, que se prolongan por el litoral formando pequeñas calas y playas de gravas sedimentarias. El sendero está señalizado y, aunque se puede hacer en ambos sentidos, nos parece mejor opción comenzar en el faro de Punta Carnero, mandado construir en el año 1864 en el mismo lugar que ocupara en sus tiempos una torre de almenara del siglo XVII con el propósito de iluminar la entrada a la bahía. Su torre cilíndrica, de 19 metros, destaca sobre la que fuera la antigua vivienda de los fareros. Estamos muy cerca de África, por lo que este es también un lugar estupendo para contemplar el paso de las aves migratorias.

Cada estrato de las capas se corresponde con unos 10.000 años en el tiempo.
Ferrán Martín Almansa

La ruta del flysch forma parte casi en su totalidad del Parque Natural del Estrecho, que pertenece, a su vez, a la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo. Las capas alternas de areniscas y arcillas con apariencia de crestas acompañan nuestros pasos. Cada estrato se corresponde a unos 10.000 años en el tiempo. Hay que fijarse bien: artrópodos y moluscos han dejado fosilizadas sus huellas en ellos. Las cavidades y escondrijos que se abren entre las rocas permiten que hoy también encuentren aquí su sitio camarones, cangrejos, lapas y tomates de mar, que sirven de alimento a una variada avifauna marina.

La playa de Getares, en la zona sur de Algeciras, marca el fin de la ruta.
Getty Images/iStockphoto

Y, al fin, la playa

El recorrido culmina en la playa de Getares, en la zona sur de Algeciras, cuyo nombre procede de una factoría de salazón, fundada antes del siglo I a.C., llamada Cetaria, vocablo que deriva del latín cetus, que quiere decir “pez de gran tamaño”. El arenal es largo (más de un kilómetro), así que lo que toca es pasear o tumbarse a disfrutar del sol antes de saborear la mejor de las recompensas tras nuestra ruta: un plato de chocos o de pescaíto frito.

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