¿Cabe el consumo responsable en esto de los videojuegos? Al consumo ecoresponsable nos referimos. Porque, efectivamente, la fabricación y el uso de consolas y juegos tiene consecuencias sobre el medioambiente... como todo.

Un estudio se ha ocupado de ello y ha analizado las emisiones de CO2 producidas por la producción, emisión, venta y el juego de los propios títulos. Console Carbon Footprint se ha fijado en el periodo 2018-2019 del mercado de los videojuegos.

Con los datos en la mano, la consola más contaminante es la PlayStation 3, seguida de la Xbox 360. En un nivel intermedio aparecen la Xbox One, la PS4 y la PS4 Pro.

En el otro extremo, las más amables con el planeta son las que fabrica Nintendo. Pronostica esta investigación que la PS5 será menos contaminante que la actual consola de Sony.

Console Carbon Footprint

Respecto a los videojuegos, FIFA 19 fue el juego más contaminante del planeta debido a la producción y venta de 1.889.401 unidades físicas y 9.224.723 unidades digitales en el mundo. Todas estas copias expulsaron 912.581 kilogramos de CO2.

FIFA 19 también fue el peor de los títulos por la cantidad de desperdicios de plástico que supuso. El segundo videojuego más contaminante es Red Dead Redemption 2 con 1.757.212 millones de unidades físicas y 8.5 millones de unidades digitales vendidas. El juego de Rockstar Games ha emitido ya 848.733 kilos de CO2.

Console Carbon Footprint

Claro que, más allá de su producción, hay que tener en cuenta el tiempo que lleva jugar un título. En ese sentido, según el estudio de Console Carbon Footprint, por el promedio, Assassin’s Creed Odyssey es el juego que más daño le hace al medio ambiente por las 40 horas y 24 minutos que hay que emplear para finalizarlo. Le siguen Grand Theft Auto V y Fallout 76.