Ellie, de 'The Last of Us', y la evolución de las mujeres en los videojuegos: de Peach y Chun-Li a las nuevas heroínas

Ellie en 'The Last of Us II'.
Ellie en 'The Last of Us Part II'.
NAUGHTY DOG
Ellie en 'The Last of Us II'.

The Last of Us Part II está a la vuelta de la esquina. Este esperado survival horror será lanzado en PS4 el próximo 19 de junio, una fecha marcada en el calendario por muchos amantes de los zombis y fans de la saga de Naughty Dog.

Este verano estará centrado, sin duda, en una mujer fuerte e independiente como Ellie. Después de conocerla con 14 años en la primera parte, un título de 2013 para PS3 en el que tenía gran importancia en la trama pero solo se la podía manejar en momentos puntuales, ahora es la verdadera protagonista de su historia a sus 19 años para demostrar su madurez y que ha dejado de ser una niña.

En el primer juego se mostraba como una adolescente vulnerable y temerosa a la que Joel, el protagonista, tenía que defender, pero las circunstancias del mundo postapocalíptico en el que vive y los peligros a los que se enfrenta la hacen cambiar a lo largo de la historia.

Ambos se nutren narrativamente el uno al otro. Se van apoyando mutuamente y evolucionan a la par, y al final del juego se percibe que la Ellie que necesitaba ser protegida quedó muy atrás. Y, sin duda, es evidente que ha seguido cambiando hasta llegar a la segunda parte, donde se verá que no hay ni rastro de la adolescente vulnerable que fue en su día.

Ellie es un personaje muy interesante y necesario para la representación de las mujeres en los videojuegos. Y es que, afortunadamente, la industria ha ido cambiando con el paso de los años y se ha ido adaptando a los tiempos y a las nuevas formas de pensar, parte importante a la hora de reflejar la realidad de la época. Y donde más se nota esto es en los personajes femeninos.

Las mujeres ya son más de un 40% de los jugadores totales de la industria, por lo que eso de que los videojuegos son cosa de hombres hace años que quedó atrás. Las protagonistas llevan tiempo ganando presencia y la representación femenina ha ido cambiando y adaptándose a otros estándares, dejando atrás, en la mayoría de casos, su sexualización o su limitación a personajes secundarios o de apoyo con la idea de que no pueden ser fuertes o no pueden luchar.

Muchos son los nombres que han marcado un antes y un después en este aspecto, por lo que no está demás recordar a todas esas luchadoras, aventureras, princesas e inteligentes y necesarias mujeres sin las que su juego no habría sido lo mismo, y tampoco la industria en general.

La dama en apuros

El entretenimiento digital, que no tiene una historia tan antigua como el cine o la literatura, ha evolucionado a una gran velocidad pasando en décadas de unos pocos píxeles a un realismo asombroso. En este contexto, los primeros personajes femeninos relevantes que pueden venir a la cabeza son Ms Pac-Man (1981), que era similar a su marido pero con un lazo, los labios pintados y pestañas. O Peach, la princesa que Mario tenía que rescatar.

La presencia de esta famosa dama en apuros se remonta al juego Super Mario Bros de 1985. Una gran parte de la población piensa en el famoso fontanero cuando se habla de videojuegos, y Peach es la representación femenina de la saga. Pero su papel de mujer a la que el protagonista ha de salvar, heredado de los clichés de la literatura, es lo más característico del personaje. Y también su belleza, delicadeza y su vestido y complementos rosas.

Con el paso del tiempo, Peach ha ido evolucionando (algo) y cambiando para formar parte activa en juegos como Mario Kart, Mario Tennis o Super Smash Bros, atreviéndose a competir y combatir con gran habilidad. Su conversión a personaje manejable era una necesidad de adaptarse a los tiempos y al aumento de jugadoras, haciendo que después llegaran otras compañeras al plantel como Daisy, Birdo o Estela.

Pero Peach también tuvo sus momentos de brillar como protagonista en títulos como el estadounidense Super Mario Bros 2 (1988), donde formaba parte de los cuatro personajes jugables (junto a Mario, Luigi y Toad); y, sobre todo, en Super Princess Peach, un título de 2005 en el que la famosa princesa era quien debía salvar al bigotudo fontanero. Aun así, este juego continúa reflejando los estereotipos femeninos con elementos en los que predomina el rosa en los escenarios y haciendo que la protagonista pelee enfadándose o llorando.

Pero si el tema va de damas en apuros, no se puede olvidar a Zelda, de The Legend of Zelda. Por mucho que dé nombre al juego, el verdadero protagonista de esta franquicia es Link, aunque esta princesa sí que ha tenido más acción y se ha enfrentado a más peligros. Su importancia en el mundo mágico de Hyrule, su participación activa en la trama de diferentes juegos, sus numerosos poderes, su sabiduría, su personalidad, su independencia o su capacidad para poder retener a Ganondorf, el villano del juego, son características que hacen a Zelda un pilar fundamental de la saga y un personaje femenino algo distinto.

Como Peach, ha sido un personaje manejable en juegos de peleas como Hyrule Warriors y Super Smash Bros, pero todo parece apuntar a que en el próximo The Legend of Zelda: Breath of the Wild 2 el jugador podrá manejar tanto a Link como a Zelda. Aun así, en otros títulos principales no se ha limitado a ser capturada y encerrada y ha ayudado al jugador en su aventura. Y tampoco hay que olvidar a su alter ego Sheik, un ‘chico’ superviviente del clan Sheikah en el que se transformó por primera vez en The Legend of Zelda: Ocarina of Time (1998) para ocultarse de Ganondorf.

Las luchadoras fuertes

Los juegos de lucha también acaparaban las máquinas de arcade, pero en los primeros años las jugadoras que acudían a los recreativos no tenían mucha representación. La inclusión de mujeres luchadoras no era tan común y el honor lo tuvo la famosa Chun-Li en Street Fighter II (1991).

La figura de esta experta china en artes marciales es ampliamente conocida, no en vano forma parte de uno de los juegos de lucha más populares. Junto a Ryu o Ken, es una de las más famosas y representativas de la saga. Con ella, se presentaba a la mujer fuerte y preparada para la lucha que no necesita a nadie que la defienda, aunque todavía era una minoría entre un plantel de ocho jugadores. Dos años después después llegó Cammy, la militar estadounidense que hizo su debut en la cuarta versión del mismo juego llamada Street Fighter II: The New Challengers y dejó las estadísticas del mismo modo: dos mujeres en un total de 16 personajes.

Otros títulos de lucha también incluyeron personajes femeninos entre sus personajes, aunque algo más tarde que Street Fighter. Fatal Fury 2, de 1992 (Mai Shiranui), Tekken, de 1994 (con Michelle Chang y Nina Williams) o Dead or Alive, de 1996 (Kasumi, Leifang, Tina Armstrong).

Y, con una mecánica diferente pero sin dejar de lado los combates, a la par que llegaba Chun-Li no se podía ignorar a Blaze Fielding, de Street of Rage, el juego de 1991 para Sega Mega Drive. Este título del género beat 'em up (popularmente llamado Yo contra el barrio) puso a pelear en las calles a un personaje femenino años antes que otro de los famosos títulos del género, Final Fight, que incluyó en 1993 a Maki Genryusai en Final Fight II.

Mai Shiranuien 'King of Fighters XIV'.
Mai Shiranuien 'King of Fighters XIV'.
SNK

Desde Chun-Li hasta Nina, pasando por Mai, todas eran mujeres fuertes, duras y sin ningún miedo a la lucha. Pero si tienen algo más en común es lo sexualizadas que están. Todas y cada una de ellas llevaban ropas exuberantes o iban bien apretadas y, por supuesto, tenían un pecho bastante prominente, lo que predominaba en la época.

Podían ser duras y fuertes, pero parece que no podían dejar de ser preciosas, con unas curvas imposibles y con unos vestidos que enseñaban más que ocultaban (nadie en la vida real podría moverse tan fácilmente con ellos puestos). Esto parecía responder a que estaban construidas con un patrón similar, lo cual contrastaba enormemente con los variados diseños de los hombres, algunos de los cuales tenían heridas, cicatrices o incluso eran monstruos (Sagat, Blanka, Dalshim o Yoshimitsu son ejemplo de ello).

Pero avanzando casi dos décadas, hay otros personajes que también cumple con algunos de estos elementos y a la vez le da una buena patada a otros. Bayonetta, protagonista de su juego homónimo que fue lanzado en 2009. Exuberante, guapísima, con una curvas de escándalo, sexy, Bayonetta es prácticamente una exageración de los estereotipos femeninos. Tiene una larga melena, pega con los tacones (además de disparar con sus pistolas), en lugar de moverse parece que se contonea e incluso se desnuda para asestar los golpes más fuertes.

Pero no busca que la miren, ella es sensual para sí misma, tiene personalidad y es atrevida, fuerte y chula. No es el típico cliché de mujer delicada, sino todo lo contrario. Pero además rompe con varios estereotipos: es una bruja, un ser mágico normalmente relacionado con las villanas; lleva gafas, algo poco común en las mujeres en los videojuegos más relacionado con otro tipo de personajes centrados en apoyar intelectualmente al jugador; y, para más inri, en el segundo juego no luce su impresionante y característico pelo y lleva un peinado mucho más corto y comúnmente mal llamado ‘de chico’. Por todo ello, Bayonetta es un personaje que despierta diferentes opiniones.

La mujer aventurera e independiente

La heroína de su propia historia llena de acción es otro de los personajes femeninos clave en la industria. Aloy, de Horizon: Zero Dawn (2017), Chloe y Nadine de Uncharted: El legado perdido (2017) o Kassandra, de Assassin's Creed: Odyssey (2018) son buenos ejemplos de ello. Son mujeres que se superan, sin importar lo que piensen o digan de ellas, demuestran sus habilidades y su fuerza y son protagonistas de su propia vida y, en este caso, de su propio videojuego.

Samus Aran en 'Super Smash Bros Ultimate'.
Samus Aran en 'Super Smash Bros Ultimate'.
NINTENDO

Pero no hace falta llegar hasta esta última década para ver este tipo de personaje, pues Samus Aran ya demostró lo valientes y capaces que son las mujeres en 1986 con Metroid. Pero además lo hizo de una forma especial, pues el jugador manejaba a una persona desconocida dentro de una armadura y, cuando terminaba el juego, descubría que era una mujer (en tres de los cinco finales posibles se quita el traje para revelar su identidad).

La sorpresa de finalizar la aventura y ver qué has manejado a un personaje femenino es grande, tanto para los chicos como para las chicas, pues suponía una diferencia notoria en la época. Nintendo hizo un alarde de valentía al presentar un juego de exploración y acción protagonizado por una mujer, una cazarrecompensas que defiende la galaxia de los piratas del espacio y se enfrenta ella sola a diferentes criaturas. Muy lejos de una princesa en apuros esperando a ser rescatada.

Lara Croft en 1996 y en 2013.
Lara Croft en 1996 y en 2013.
CORE DESIGN / CRYSTAL DYNAMICS

Pero si hay un personaje que define a la perfección el concepto de una aventurera fuerte e independiente, esa es Lara Croft, quien su largo recorrido y sus diferencias de diseño reflejan el cambio de sus protagonistas. Tomb Raider fue lanzado en 1996, momento en el que todo el mundo conoció a una arqueóloga dura, inteligente y guerrera. Su diseño fue lo más llamativo, pues uno de los artistas se encontraba jugando con las proporciones y aumentó los pechos una barbaridad, pero el resultado gustó tanto que se quedó así.

Por aquel entonces, la tecnología ofrecía unos senos poligonales que poco tenían que ver con la realidad, pero el personaje fue todo un éxito. A esto se le unía una cintura exageradamente pequeña y una ropa apretada y corta nada adecuada para explorar la selva. Pero todo esto no empañaba el papel que jugaba Lara Croft en la industria, una protagonista diferente que encantaba tanto a jugadores como a jugadoras y que incluso dio el salto a la gran pantalla.

Con la llegada de nuevos juegos, la ropa no cambiaba, la arqueóloga seguía mostrando sus exuberantes y exageradas medidas con mayor definición. Pero un reboot de la saga en 2013 cambió algunos matices necesarios al personaje. Lara Croft tenía unas medidas más realistas y decidió llevar una ropa y un equipo más adecuado para su aventura. Pero, además, el personaje era más joven y novato y, quizá por eso, era vulnerable, emocional y, en general, el personaje tenía muchas más aristas. La cazarrecompensas iba evolucionando conforme avanzaba la historia, superando sus miedos y demostrando valentía. Más de dos décadas de cambios es lo que tiene Lara Croft, no solo por una evolución tecnológica, sino ideológica.

Otras heroínas de la industria

Hay muchas más heroínas clave en los videojuegos, a veces son mujeres que están detrás del hombre, o personajes que han tenido que esperar años para conocer el papel principal, pero todas tienen su importancia.

Lightning en 'Lightning Returns: Final Fantasy XIII'.
Lightning en 'Lightning Returns: Final Fantasy XIII'.
SQUARE ENIX

Terra Brandford, por ejemplo, fue el primer personaje femenino en protagonizar un juego de rol como Final Fantasy VI, lanzado en 1994. Después de ella llegaron otras como el trío formado por Yuna, Rikku y Paine (Final Fantasy X-2, de 2003) y Lightning (Final Fantasy XIII, de 2009). De hecho, en el caso de esta última, muchos jugadores compararon su personalidad con la del personaje por excelencia de la saga, Cloud, demostrando claramente que rompía con los estereotipos femeninos.

Faith, de Mirror’s Edge (2009), Judie Holmes, de Beyond: Two Souls (2013), Max y Chloe, de Life is Strange (2015) o Tracer, de Overwatch (2016), todas ellas fueron y son personajes importantes, con múltiples artistas, que maduraban durante el juego, demostraban su valor y/o rompían con los estereotipos femeninos.

También podría formar parte de esta lista Coco Bandicoot, hermana del famoso marsupial de PlayStation que lo apoyaba durante el juego. Su primera aparición fue en el segundo título de la saga, Crash Bandicoot 2: Cortex Strikes Back (1997), pero no fue hasta la tercera entrega, Crash Bandicoot 3: Warped (1998), cuando pasó a la acción en algunos niveles, llegando incluso a enfrentarse a un jefe final. Pero su verdadero protagonismo llegó cuando se puso a la misma altura que Crash en los remakes en 2017. Aun así, si Mario tenía a Luigi y Sonic tenía a Tails, Crash Bandicoot tenía a su hermana, una experta en motos de agua, en carreras montada sobre tigres y osos y en pilotar naves.

Y, afortunadamente, se podría seguir así hasta el infinito, enumerando las múltiples protagonistas que han ido surgiendo y todas las que llegarán. Porque los personajes femeninos aún siguen siendo minoría y cualquier mujer que llegue a los videojuegos aportando algo nuevo, diferente y dejando atrás los pensamientos arcaicos y los estereotipos, es bien recibida.

Julio Plaza Torres
Periodista cultural '20minutos'

Graduado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Politécnica de Valencia y máster de Periodismo Digital por la URJC. Formo parte del equipo de Cultura de 20minutos desde 2019. Me encanta el periodismo de videojuegos, televisión y literatura, especialmente cómics.

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