El Gobierno admite el pinchazo económico del país y rebaja al 4,3% el crecimiento esperado este año por el lastre de la inflación

Los jarros de agua fría iban cayendo en dominó. Organismo económico tras organismo económico mantenían en las últimas semanas que España no iba a crecer este año ese 7% que estimaba el Gobierno. No lo creía el FMI, ni el Banco de España y mucho menos la AiRef, la más pesimista de todas. La autoridad fiscal independiente -organismo creado a petición de Bruselas durante la Gran Recesión del ladrillo para fiscalizar las cuentas públicas españolas- rebajaba su cálculo al 4,3%. Poco más de la mitad.