Cuando retirar la nieve que cubre tu coche se convierte en deporte de riesgo

Con la llegada del invierno regresa también una de las peores rutinas que amedrentan al ser humano: deshacerse del hielo o la nieve que se deposita en las lunas de nuestros coches.

​Unos optan por el agua caliente, otros por rasquetas para cristales y también están los pacientes que aplican aire caliente del climatizador del propio vehículo. Al final todos comparten la pesadilla que termina siendo el tener que lidiar con un cristal que hace impracticable la conducción.

​Nuestro protagonista no vio venir que el mayor de sus problemas no era la nieve depositada en su luna y sí lo que 'literalmente' se le iba a caer encima. Después de un poco de nieve y unos cuantos fragmentos de una fachada, el colofón fue un enorme bloque de hormigón que aterrizó encima del defenestrado coche.

​Suponemos que el seguro no cubrirá los daños producidos por cemento armado, así que lo único que podemos decir es: "descanse en paz, todoterreno".