​Uno de los requisitos fundamentales para acceder a la pensión contributiva por jubilación es haber cotizado, como mínimo, un periodo de 15 años. Para acceder a la pensión íntegra en 2023, la persona interesada debe haber cumplido 66 años y cuatro meses de edad. También será posible cobrar el 100% de la pensión contributiva al cumplir 65 años de edad y haber acreditado, al menos, 37 años y nueve meses de cotización. Pero, ¿qué ocurre si no se ha cotizado lo suficiente? ¿Se pierde el derecho a recibir una pensión contributiva por parte de la Seguridad Social? 

Ante estas situaciones, si se ha cotizado, por ejemplo, durante 14 años, se podrá acceder a la pensión no contributiva de jubilación. Este año, las pensiones no contributivas se han actualizado y la cuantía básica íntegra es de 484,61 euros mensuales, mientras que la mínima del 25% es de 121,15 euros al mes.

Sin embargo, para acceder a esta pensión es necesario cumplir una serie de requisitos generales, tal y como recogen en el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso). Por un lado, se debe haber cumplido los 65 años de edad y tener residencia habitual en España. Asimismo, la persona interesada debe haber residido durante un periodo de 10 años en España "en el período que media entre la fecha de cumplimiento de los 16 años y la de devengo de la pensión, de los cuales dos han de ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud". 

Por otro lado, no se podrán superar los umbrales de renta establecidos. "Se entiende que existe carencia, cuando las rentas o ingresos personales en cómputo anual son inferiores a 6.784,54 euros", recogen. En el caso de convivir con familiares, los umbrales serán diferentes, en función del número de convivientes y de la suma de las rentas de todos los miembros de la unidad económica de convivencia. Así, si convive con su cónyuge, por ejemplo, el límite será de 11.533,72 euros al año. Si convive con su cónyuge y un pariente de segundo grado de consanguinidad, el umbral asciende a 16.282,90 euros.