El agua se vuelve negra en el río Palancia

Un agua negra y espumosa desciende por el cauce del río Palancia. “Normalmente siempre lo ves limpio”, explica un vecino de la localidad de Teresa, en Castellón. Ahora no, porque tras el incendio de este verano originado en Bejís, el que devoró más de 20.000 hectáreas en la provincia de Castellón, quedó en la comarca un paisaje calcinado, y esta semana las fuertes tormentas han provocado el arrastre al cauce de una ceniza que tiñe el río a su paso por varias localidades. “Y como está el suelo quemado”, nos cuenta una vecina de Toras “ lo que hace es resbalarlo todo y caerse todo”. Es lo que ha ocurrido con un muro junto al campo de futbol. En la pista se acumulan los restos, y alrededor del pueblo la tierra quemada es una amenaza que se convertirá en daños y suciedad tras cada tormenta si nadie lo remedia.