En Olivenza, la tradición española se mezcla con la portuguesa. Esa influencia se nota en sus calles, en sus edificios y en su gastronomía. Por eso, es la única ciudad española que permite a sus habitantes obtener la nacionalidad portuguesa. Servando es uno de los 400 oliventinos que ya la tiene. Este puente destruido es uno de los símbolos de la Guerra de las Naranjas que enfrentó a Portugal con España en 1801 y por la que Olivenza pasó a ser española. A día de hoy Portugal sigue reclamando este territorio como suyo y eso ha hecho que la CIA compare este conflicto territorial con el de Gaza o Cachemira. Para su alcalde, el conflicto no existe. La ciudad es española a todos los efectos, aunque ellos no olviden sus orígenes portugueses. Sentimientos encontrados de una población que vive como un privilegio poder formar parte al mismo tiempo de Portugal y de España.