La brutal reacción de un trabajador tras ser despedido
Ni corto ni perezoso, un trabajador ruso recién despedido pilló las llaves de una excavadora, la puso en marcha y se fue de parranda con ella. Su objetivo: un trimotor Yak-40 (valorado en cinco millones de euros) de la aerolínea UTair. que es víctima de la ira de este zar de la destrucción. ¡¡¡Menudo estropicio!!!