OPINIÓN

Alamut/Bibliópolis: Especial fantasía y ciencia ficción

Alamut/Bibliópolis: Especial fantasía y ciencia ficción
Alamut/Bibliópolis: Especial fantasía y ciencia ficción
Alamut/Bibliópolis: Especial fantasía y ciencia ficción

Alamut y Bibliópolis es un grupo editorial que está haciendo un gran esfuerzo por publicar buenos libros. Parece algo ilógico que una editorial saque libros “malos” al mercado, pero algunas no prestan a sus novedades todo el mimo que deberían. Desde Alamut y Bibliópolis se tiene un cuidado especial con cada nuevo libro que lanzan al mercado y eso lo valoran, sobre todo, los lectores.

BAZINGA! entrevista a Luís G. Prado, el hombre tras este proyecto. Un entusiasta de las buenas historias y de los libros de género que no dejan lectores indiferentes.

BAZINGA! -¿Qué es Alamut? ¿De dónde viene y adónde quieres que llegue?

LUÍS G. PRADO -Alamut es un sello editorial de ciencia-ficción, fantasía y novela historica que, junto con mi otro sello Bibliópolis, forma mi proyecto editorial. Viene de mi vocación por el trabajo editorial, que he tenido toda la vida, y cuajó en 2002, cuando edité mi primer libro profesionalmente. Era “El último deseo” de Andrzej Sapkowski, por cierto.

Como plasmación de una vocación, mi ambición con Alamut y Bibliópolis no es hacerme rico y famoso, sino simplemente obtener suficiente rendimiento para poder seguir editando tranquilamente. Y eso, por fortuna, está sucediendo.

B!- Publicar fantasía y ciencia ficción en un país tan poco lector como España parece algo arriesgado. ¿Por qué crees que estos dos géneros son tan poco considerados por los lectores “generalistas”?, ¿a qué crees que se debe ese prejuicio de “literatura menor”?

LGP- No tengo ni idea, porque nunca he tenido ese prejuicio: siempre he sido lector de cf y fantasía. Y más ampliamente, siempre he leído lo que me gustaba: recuerdo haber intentado leer muy de pequeño algunos clásicos infantiles, y al no interesarme, los dejé de lado sin problemas. Nunca me he arrepentido de seguir mi gusto antes que lo que se supone que debía leer. Generalizando, creo que el lector que sigue su gusto allí donde le lleva está menos prejuiciado que el que busca formarse, socializar o estar al día. Y por teorizar un poco, podríamos decir que en España hay probablemente una mayoría de lectores que buscan estos fines ulteriores en lugar del mero placer de la lectura, lo que explicaría los prejuicios hacia los géneros.

B! -Muchas gente se engancha a fenómenos literarios como El Señor de los Anillos, Harry Potter o Crepúsculo (que suelen derivar de la adaptación a otros medios), pero no pasa de ahí. ¿Cómo les presentarías, a ellos y lectores que no suelen leer estos géneros, sagas como la de Geralt de Rivia o Las Monarquías de Dios?

LGP- Muy sencillo: si no viviésemos en un ambiente que aúna grandes posibilidades de ocio con un marketing sobredimensionado, los lectores que descubren la fantasía o la cf mediante adaptaciones al cine o a los videojuegos acabarían encontrando tarde o temprano estas obras literarias menos o nada adaptadas. La abundancia y el machaque publicitario se combinan para eclipsar casi todo lo demás. En tiempos de escasez y relativa falta de importancia de las marcas, alguien podía salir de ver “La guerra de las galaxias” y, buscando material similar, dar con “Fundación” de Isaac Asimov. Hoy en día, esa misma persona daría con las novelizaciones autorizadas, y después del probable chasco dudo que siguiese buscando. Esperaría a la siguiente gran cosa muy publicitada. Yo diría que lo inteligente es sustraerse a este ciclo diabólico: las recompensas son enormes.

B!- España es un país que lee (en proporción) poca literatura fantástica y de ciencia-ficción, pero donde un número considerable de editoriales modestas, y que no están apoyadas por grandes grupos, se dedican a publicar libros de este género. ¿cómo es vuestra convivencia, y cómo es vuestra relación con las editoriales “grandes”?

LGP- Discrepo en que sea un gran número de editoriales, salvo que contemos también las no profesionales. Y no es que tenga nada contra éstas (yo fui editor no profesional muchos años), pero juegan a un juego diferente. Las que sí se ganan la vida con estos géneros caen en tres categorías, aproximadamente: las que son parte de un grupo, las que tienen sus propios canales de comercialización (librerías, distribuidoras), y las que no cuentan con una cosa ni con la otra. La supervivencia de estas últimas es un milagro; pero a veces los milagos suceden.

En cuanto a la convivencia, yo diría que es cordial con las editoriales que comparten unos criterios básicos de calidad y buenas prácticas, y de desconfianza, por decir algo, con las que perpetúan ciertos clichés sobre la mala calidad de la producción editorial de género en España. La relación con las editoriales grandes tiene mucho que ver con el carácter personal de los editores que dentro de ellas se ocupan de estos géneros, y que suelen ser muy profesionales para lo bueno (son gente informada y seria) y para lo malo (puede faltarles ilusión).

B!- Los libros digitales son ya una realidad editorial, y aunque en España su crecimiento es todavía más lento que en otros países, comienza a asentarse. ¿Cómo ves ese nuevo sector y cómo va a afectar a lectores y editoriales?, ¿quedará la edición impresa como un objeto de lujo o de colección?

LGP- Me ha molestado bastante estos últimos años el grado de histerismo milenarista con el que se nos ha exigido a los editores que nos subiéramos inmediatamente al carro del libro electrónico, cuando era evidente que estaba todo por hacer todavía. Sin embargo, eso no quita para que probablemente sea una parte importante del negocio en un futuro próximo, y por lo tanto hay que tomárselo en serio. Mi propia postura es la siguiente: si cuando empecé a editar en papel no tuve que inventarme ni depender de propuestas improvisadas o precarias para elaborar y vender mis libros, sino que me encontré ya montado un sistema más o menos eficiente de impresión, distribución y venta, ¿a santo de qué me voy a meter ahora a inventarme un sistema de producción y distribución nuevo basado en el libro electrónico? No, hombre: los editores pequeños no tenemos más remedio que esperar a que se establezca un mercado y un sistema de acceso a él, y una vez estén claras las reglas del juego entrar a competir en él. Pensar hoy otra cosa es megalomanía (en el caso de los editores que piensan que ser el primero es fundamental: el capitalismo no funciona así, creo) o estrechez (en el caso de los editores que editan ya en digital porque no alcanzar a cubrir gastos con el sistema tradicional).

Dicho todo lo cual, de lo que no hay duda es de que la creación de un mercado del libro electrónico va a beneficiar a lectores y, posiblemente, editores, mientras que va a perjudicar a libreros y distribuidores. Si se cumple su potencial anunciado, aunque sea en una proporción insignificante de los sueños de los tecnófilos, conducirá a una reconversión brutal de la industria editorial. ¿El libro en papel quedará como un objeto de lujo? Sin duda; pero es que, en mi opinión, con tiradas y precios como las que manejo yo, ya lo es.

B!- Háblanos del gran fenómeno de Geralt de Rivia, y cuáles son las claves de su éxito.

LGP- Contaba más arriba que “El último deseo” de Sapkowski fue el primer libro que edité, y desde luego tuve una suerte extraordinaria: ese libro no se ha dejado de vender hasta hoy (y, de hecho, si vende cada vez más), y detrás trae una serie completa cuyas ventas sucesivas y mantenidas en el tiempo han supuesto un aporte económico fundamental para la supervivencia de mi editorial (mi propio milagro). Además, es uno de los pocos casos en que se aúna comercialidad y calidad literaria: Sapkowski es un gran autor polaco, con un dominio de la técnica fantástico y una capacidad impresionante para que los lectores empaticen con su escritura. Hace poco un suplemento literario le atribuía ser un autor de vanguardia (y no de la vanguardia de la fantasía, sino de la literatura en general), y desde luego la riqueza de su narrativa justifica esa proclamación; pero al mismo tiempo sus libros hunden sus raíces en un conocimiento amplísimo de la literatura, la historia y la cultura en general, de forma que lo que cuenta Sapkowski es como si lo conociésemos ya de toda la vida, porque sin saberlo forma parte de nosotros. No me cabe duda de que Sapkowski acabará siendo reconocido como un autor de primer nivel.

B!- Las Monarquías de Dios es una saga que ha visto peligrar su publicación en España y que ha sido salvada en el último momento. Cuéntanos un poco cómo ha sido el proceso de suscripciones y qué ha supuesto para vuestra editorial este gesto de los lectores.

LGP- Desde hace algo más de un año tengo un blog que uso para poner al día a los lectores de la marcha de los asuntos de la editorial. Cuando se planteó la dificultad para proseguir la publicación de la serie de Paul Kearney, abrí el tema a las sugerencias de los lectores, y varios propusieron el modelo de suscripción. Me pareció una buena idea y me lancé a ello. Le dediqué mucho tiempo no sólo en mi blog, sino también en otros foros (donde di un poco la lata, pero donde en general se entendió el propósito de la iniciativa), porque una vez nos fijamos el objetivo, aunque me parecía difícil llegar a él, entendí que tenía que poner todo lo que pudiera de mi parte para culminar la suscripción con éxito, de la misma forma que tantos lectores se estaban comprometiendo al suscribirse y promocionar la serie en la medida de sus posibilidades. Por la misma razón, por ejemplo, traje a Paul Kearney a la Feria del Libro de Madrid de este año.

Y para mi sorpresa, se consiguió reunir el número mínimo de suscriptores, e incluso algunos más. La cifra total era modesta para las necesidades de ventas de un libro, pero grande para mis expectativas de cuánta gente se podía movilizar por algo así. En ese sentido, está por ver que la publicación de la serie de Kearney no nos acabe suponiendo de todas formas pérdidas cuantiosas, y desde luego no está nada segura hoy en día la posibilidad de publicar nuevas obras suyas; pero lo que está claro es que los lectores me dieron dos grandes lecciones: una, que había subestimado la capacidad de compromiso de los lectores de género, y dos, que en caso de dificultad se puede contar con su comprensión y apoyo.

B! -¿Qué tiene de especial Las Monarquías de Dios que ha conseguido arrancar esta reacción de sus lectores?

LGP- Una solidez y madurez muy infrecuente en la fantasía épica, combinada con una extraordinaria mala suerte comercial que probablemente pareció una injusticia a los lectores que habían leído los primeros libros. Ahora que gracias a las suscripciones vamos a poder publicar la serie entera (la quinta y última entrega sale este mes de noviembre), más lectores podrán aprovechar para conocer una de las mejores sagas fantásticas de la actualidad, que además está completamente terminada y traducida, lo que en estos tiempos es una clara ventaja comparativa.

B!- Entre los muchos éxitos de vuestro catálogo también publicáis a autores españoles. Entre ellos destacan, por calidad y originalidad, las novelas sobre Sherlock Holmes de Rodolfo Martínez. Con una nueva película del personaje de próximo estreno, ¿cómo recomendarías a los lectores estos cuatro libros?

LGP- La primera novela holmesiana de Rodolfo Martínez, “La sabiduría de los muertos”, responde a la siguiente pregunta: ¿qué pasaría si el hombre más racional del mundo tuviera que enfrentarse a lo irracional? Y la responde respetando escrupulosamente los modos de la obra de Conan Doyle, pero cruzándolos con otras aportaciones, notablemente la de Lovecraft. Es importante destacar que esta mezcla no responde sólo al deseo de hacer una suerte de mash-up de universos favoritos (algo que, por otro parte, no estaba tan de moda como ahora hace casi veinte años, cuando Martínez la escribió), sino a un profundo conocimiento y respeto por el original: no conzco un pastiche holmesiano que suene más a las novelas de Sherlock Holmes que éste. Las siguientes tres novelas (“Las huellas del poeta”, “La boca del infierno” y “El heredero de nadie”) continúan en esta senda, pero añadiendo nuevos elementos para acabar creando un universo abigarrado y colorista que tira de otros referentes ya no tan canónicos, en un juego que me parece al mismo tiempo apasionante y divertidísimo.

B!-Uno de nuestros libros preferidos de los editados por vuestra editorial es LA ERA DE DRÁCULA. Ahora con tanto libro de vampiros en el mercado es interesante destacar este título. ¿De qué va y por qué les va a gustar (seguro) a los lectores de ese género?

LGP- Precisamente “La era de Drácula” es otro precedente de la moda actual de mezclar universos, pero es importante recordar que es anterior a “La liga de los caballeros extraordinarios” de Alan Moore, que popularizó el concepto. El libro de Kim Newman parte de un juego literario: si aceptamos que los acontecimientos de “Drácula” de Bram Stoker sucedieron realmente, ¿qué habría pasado si Drácula hubiese conseguido sus objetivos? En “La era de Drácula”, la Gran Bretaña victoriana se ha convertido en una sociedad vampírica donde, literalmente, los ricos chupan la sangre a los pobres. Al comienzo de la novela, suceden unos crímenes cuyo correlato en nuestro mundo son los de Jack el Destripador, y al hilo de la investigación, Newman despliega un conocimiento enciclopédico sobre los vampiros que sería extenuante si no fuera tan trepidante.

B! -¿Cómo afectan fenómenos mediáticos como el videojuego de Geralt de Rivia (The Witcher 2) o la serie de Juego de Tronos a la venta de los libros en los que se basan?, ¿el reclamo de nuevos lectores se traduce en lectores que se quedan y siguen leyendo otros títulos?

LGP- Por la parte que toca a la saga de Geralt de Rivia, la aparición del primer “The Witcher” en 2007 tuvo un efecto notable sobre las ventas de la serie. Está claro que cualquier adaptación, sea buena o mala, llama la atención sobre el original literario y es una oportunidad comercial. Si además la adaptación es buena, se ponen en marcha mecanismos de retroalimentación que pueden cambiar completamente la suerte comercial de un título o una saga. Yo, desde luego, estaré encantado cuando hagan la serie de televisión de Geralt de Rivia (alguna productora española ya ha mostrado interés). Pero la posibilidad de que los lectores que entran por ahí busquen otros libros me parece muy remota, como conté antes.

B!- Vuestro catálogo de libros de ciencia-ficción es de los más cuidado que hay en el mercado español. ¿Cuál es el criterio con el que seleccionáis las obras?

LGP- Mi criterio es mi propio gusto, que es el de un lector de ciencia-ficción muy atento a la historia del género (la cf es un género con memoria, donde lo que se ha hecho antes es importante a la hora de evaluar lo que viene después), pero nada nostálgico y muy poco fetichista con autores o temas. Tengo la enorme suerte de haberme dedicado profesionalmente a una literatura que me entusiasma desde niño, y eso me ha permitido estar bastante al día de lo que se ha hecho en las últimas décadas, al contrario que otros lectores, a los que veo muy anclados en sus referentes de juventud. Yo lo expreso de la siguiente manera: busco para leer y publicar cf que me cause las mismas sensaciones que la que leía a los do

sce años, sí; ¡pero es que la cf de mis doce años ya no me causa esas sensaciones! Necesito literatura de mayor graduación, en todos los sentidos, y eso en la cf a veces se traduce en un cierto grado de complejidad, lo que no es lo más recomendable para vender bien una novela. Por ejemplo, una de las mejores novelas de cf de la pasada década, “Visión ciega”, que he tenido la suerte de publicar en Bibliópolis, es un libro cuya lectura te puede cambiar la vida... o puedes no pasar de la segunda página. ¿Cómo no estar enamorado de un trabajo que te permite publicar obras de semejante calado?

B!- En general, ¿Cómo funciona vuestra editorial a la hora de elegir nuevos títulos y sagas?, ¿cómo es la búsqueda de obras y licencias en otros mercados y editoriales extranjeras?

LGP- Constantemente leo ciencia-ficción y fantasía en busca de obras que me interesen. La mayor parte de las veces no llego a terminarme los libros, porque llega un punto en que ya sé que no los voy a publicar. Pero no pasa nada: hay muchos más. La información para dar con títulos de posible interés viene por muchos lados: reseñas, recomendaciones personales, corazonadas... Eso es lo bueno de que la cf sea un género con memoria: las obras individuales están conectadas en red con todas las demás, en un conjunto difícil de abarcar pero fácil de rastrear. Un libro conduce a otros, un autor lleva a otros. Me gusta especialmente dar con obras que llevan mucho tiempo sin ser publicadas, sea porque han pasado desapercibidas, sea porque se publicaron y se descatalogaron. (Aunque "mucho tiempo" es un término relativo: tiendo a preferir la narrativa fantástica contemporánea, que podemos definir como la publicada a partir de la Segunda Guerra Mundial; las obras anteriores pueden gustarme, claro, pero no tengo un interés genérico por ellas.) En parte, esta especialización se corresponde con mi nicho en la industria: las novedades más comerciales suene tener dueño, a veces antes de salir en su edición original. A los editores pequeños casi sólo nos queda este paciente rastreo de obras olvidadas, pero da la casualidad que este trabajo lento y alejado de la competición por la novedad se ajusta perfectamente a mi temperamento.

B!-Y respecto a los autores nacionales, ¿se reciben muchos manuscritos?, ¿existe una cantera de calidad de autores españoles?

LGP- Recibo muchos manuscritos de autores españoles que no conozco, pero aunque leo al menos unas líneas de cada uno de ellos, nunca he encontrado ninguno que me gustase lo bastante para publicarlo (aunque a lo largo de los años sí que me han llegado tres o cuatro novelas lo suficientemente originales para que tenga serias dudas). Las obras de autor español que sí que he publicado han sido siempre de escritores que ya conocía, con una trayectoria que me permitía presumir que su habilidad estaba demostrada; es decir, escritores que venían enseñados. Admiro a los editores que se dedican a descubrir nuevos autores y que trabajan pacientemente las obras prometedoras para mejorarlas y que alcancen su potencial, pero sencillamente yo no estoy hecho para ese trabajo (al menos en extensión larga; en mi etapa como editor no profesional lo hice abundamente con cuentos en las antologías Artifex).

B!- ¿Cuáles son los grandes títulos que Alamut tiene en mente publicar próximamente

LGP- En Alamut aparecerán en el primer semestre de 2012 una edición en tapa dura de la “Trilogía de Fundación” de Isaac Asimov, así como el segundo volumen de los recopilatorios de Lucky Starr, del mismo autor (siempre que no tengamos problemas con las traducciones, que se están retrasando últimamente), así como “Pastwatch” de Orson Scott Card, “The Steel Remains” de Richard Morgan y “Shadowmarch” de Tad Williams. Y, si Dios quiere, “Los guerreros de Dios” de Andrzej Sapkowski. En Bibliópolis, en el mismo plazo, saldrán “El fantasma del Titanic” de Arthur C. Clarke, “Mundos en el abismo” de Juan Miguel Aguilera y Javier Redal, y “Zendegi” de Greg Egan (en este último caso, igualmente, si la traducción llega a tiempo).

B!- Recomiéndanos cinco libros que consideres imprescindibles del catálogo de Alamut.

LGP-¿Sólo cinco? Bueno, ampliando la respuesta para incluir también títulos de Bibliópolis, serían:

El citado “Visión ciega”, de Peter Watts

“La espada del destino”, de Andrzej Sapkowski (mi favorito de la Saga de Geralt de Rivia)

“La edad de oro”, de John C. Wright

“El tapiz del vampiro”, de Suzy McKee Charnas

“El águila en la nieve”, de Wallace Breem.

B! -Y cinco libros imprescindibles del género.

LGP- Va a parecer que hago trampas, pero francamente creo que entre ellos hay que citar algún título más de Bibliópolis y Alamut:

“Hyperion”, de Dan Simmons

“Los desposeídos”, de Ursula K. Le Guin

“Solaris”, de Stanislaw Lem

“La historia de tu vida”, de Ted Chiang

“Los tejedores de cabellos”, de Andreas Eschbach

Desde BAZINGA! queremos dar las gracias a Luís por su participación.

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Chema Mansilla

Compagina su vocación de fanboy eterno con la ilustración y el diseño

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