Daredevil era uno de esos grandes personajes de MARVEL condenados a la segunda fila. No tiene la fama de Spider-Man, ni la presencia de los Vengadores, ni el reconocimiento de Los 4 Fantásticos. Pero desde que Stan Lee y Bill Everett lo crearon en 1964, siempre ha sido uno de los personajes más queridos por los fans.
A pesar de ello, su serie siempre vivió bajo la amenaza de la cancelación, y no fue hasta que Frank Miller se volcó en él, que su serie se convirtió en una de las cabeceras imprescindibles de los 80. Gracias al trabajo de Miller se redefinió por completo al personaje, convirtiéndolo en un vigilante al margen de la ley centrado en uno de los barrios más deprimidos de Nueva York y dejando de lado su faceta más naif. El tipo de historias que protagonizaba y el propio carácter del personaje se endurecieron. De ser un joven abogado ciego con grandes habilidades sensitivas pasó a ser un luchador callejero peligroso y totalmente fuera de la ley. El trabajo de Frank Miller ha perdurado hasta nuestros días, y además del mérito de Miller, gracias también a los guionistas y dibujantes que le siguieron en la colección.
En un momento en el que las puertas del infierno parecen haberse abierto y estar afectando a nuestro plano de existencia, y mientras otros personajes como Los Vengadores o los X-Men hacen frente al grueso de esa amenaza, Daredevil deberá luchar contra las manisfestaciones demoniacas a píe de calle.
Tras la redefinición de Miller, el relanzamiento de Kevin Smith casi diez años después y la reciente etapa dorada de Michael Bendis, Daredevil llega a una nueva encrucijada en su carrera como justiciero enmascarado. Marvel vuelve a centrarse en el personaje y lo convierte en el punto clave de una saga que afectará a otros muchos personajes de la editorial: TIERRA DE SOMBRAS. Daredevil acaba de atravesar una dura crisis: su identidad secreta ha sido expuesta, su matrimonio ha sido un fracaso, has estado en prisión, y para derrotar a Kingpin (el gran jefe criminal de Nueva York) ha tenido que cruzar la línea moral que le separaba de los delincuentes a los que combatía. Daredevil se acaba de proclamar “Rey de la Cocina del Infierno”. Su voluntad es la ley, y su voluntad es la de “tolerancia cero”. Ni siquiera la policía puede patrullar en sus calles. Para tomar el control. Matt Murdock se convertido en el líder de La Mano, una oscura y peligrosa secta criminal ninja.
A esta genial vuelta de tuerca se une el excelente trabajo de Roberto de la Torre (uno de los dibujantes del tomo junto a Billy Tan), que continúa con el estilo instaurado pro Alex Maleev y que es ya un signo de identidad de Daredevil.
Han pasado muchos años dese que Gene Colan llenó las viñetas de Daredevil de oscuridad y dinamismo, pero Daredevil sigue siendo ese personaje al límite que tanto nos gusta.
Esto es BAZINGA, donde sabemos que “un hombre sin esperanza es un hombre sin miedo”.
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