Pura acción. Ahora con un 100% más de mala leche.

Estamos en un momento álgido del género de acción en primera persona. La calidad y la espectacularidad de los shooters y su frenéticas contiendas multijugador son la sensación del momento. Cada pocas semanas podemos encontrar un nuevo título con estas características en las tiendas. Tanto oferta de juegos, y las competividad que supone, obliga a las desarrolladoras a trabajar en juegos cada vez más impresionantes, y de vez en cuando, originales.

Tanto darle al gatillo, tanto lanzamiento de granada y tanto headshot ha hecho que EA de un salto adelante y presente BULLETSTORM, un título donde lo importante es la sencillez de conceptos, pero con estilo.

El nuevo título de EA nos mete en la piel de un mercenario socarrón, borrachuzo y con muy malas pulgas, Grayson Hunt, que ha sido traicionado por su antiguo cliente y que va a intentarlo todo para conseguir salir del planeta donde está atrapado. El planeta en cuestión está plagado de tribus salvajes y… De otras cosas… que van a dificultar mucho esta aventura.

Con esta sencilla premisa (venganza y superviviencia) nos lanzamos de cabeza a lo que nos gusta: a machacar botones. Bulletstorm presenta un sistema de juego que motivará que el desparrame que provoquemos sea cada vez más desenfrenado. El juego premiará con puntos de experiencia tu capacidad “creativa” a la hora de finiquitar a cuanto tipejo se os ponga por delante. Los disparos a la cabeza serán premiados con más puntuación que los impactos en el cuerpo, por ejemplo. Para ampliar nuestro letal repertorio, nuestro protagonista contará con tres importantes elementos:

-Las botas antigravedad: Con una fuerte patada lanzarás a tus enemigos por el aire, que se alejarán flotando lentamente. Ese será un buen momento para dispararles o acabar con sus compañeros. Ya tienes ahí un par de buenos combos nuevos.

-El lazo de energía: Lanzado desde la muñeca, éste será uno de tus mejores aliados durante la aventura. Te permitirá atraer a los enemigos, atacarles a distancia, balancearte, atrapar objetos y conectarte al sistema de mejora de armamento.

-El entorno: E’ un mondo difficile y peligroso. Y hostil. Desde plantas venenosas a precipicios sin fondo. Pero puedes utilizarlo a tu favor, lanzar a tus enemigos contra zonas electrificadas o empalarlos en alambradas también da puntos.

Si a esto le sumamos un impresionante arsenal (nos encanta el rifle de francotirador), no vamos a parar de divertirnos. A Bullestorm no le faltan elementos para tenernos pegados al pad a ver si somos capaces de superarnos a nosotros mismos y liarla cada vez más parda. Pero, por si acaso, el juego añade enormes monstruos mutantes, alocados viajes en tren mientras nos persigue una colosal rueda perforadora, una presa a punto de explotar, vehículos y más sorpresas de las que te imaginas. Pero no temas, a tu lado, para cubrirte las espaldas, tienes a tu amigo Ishi, un Cyborg demente con problemas de esquizofrenia y a Trishka, una soldado enemigo agresiva y borde que te va a poner firme. Por si fuera poco, tu viejo amigo Sarrano (a quien debes estas “maravillosas” vacaciones) también hará acto de presencia para hacer todavía más agradable tu viaje a través de zonas industriales, desiertos, ciudades abandonadas y unos escenarios realmente de los más bonitos que hemos disfrutado últimamente.

Aunque técnicamente el juego no es deslumbrante, el acabado no desmerece la impresionante jugabilidad del título. Los gráficos no son los más detallados (existen algunos problemillas ocasionales con la gestión de texturas) que hemos disfrutado, pero cumplen con creces. Algunos diseños son realmente atractivos (los entornos, principalmente) pero tal vez no estén a la altura de otros juegos más realistas. El sonido también cumple, aunque sin sorprender. Es evidente que el equipo de desarrollo de PEOPLE CAN FLY ha centrado sus esfuerzos en crear un juego sólido y divertido, donde la acción, y sólo la acción, es lo importante.

Bulletstorm es una curiosidad que enganchará a todo el que lo pruebe. Es macarra y violento, pero una vez que el jugador se hace a su mecánica, seguirá jugando en busca del “más difícil todavía”.

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