OPINIÓN

Cartas cinéfalas: Chris Hemsworth escribe a su esposa, Elsa Pataky

Chris Hemsworth responde a la burla de cumpleaños de Elsa Pataky
 
Chris Hemsworth responde a la burla de cumpleaños de Elsa Pataky

Querida Elsa:

No hace ni dos días que te fuiste a rodar y ya te echo muchísimo de menos. Menos mal que está tu primo Juanlu aquí conmigo. En principio venía solo de visita para un fin de semana, pero… ¡Qué suerte que finalmente decidiera quedarse por tiempo indefinido!

Es una persona maravillosa y con un gran sentido del humor.

La otra noche me pareció oír ruidos en la cocina, y cuando bajé a echar un vistazo lo descubrí comiéndose una bolsa de madalenas. No te creas que se inmutó; se volvió a su cama simulando ser sonámbulo. ¡Qué tío más cachondo! ¿Te acuerdas cuando despedimos a Daisy porque sospechamos que nos robaba comida? Es probable que nos precipitáramos.

La verdad es que me hace mucha compañía y también me ayuda. Ayer pude salir a entrenar porque se quedó al cuidado de los niños. Al volver noté que había solo un mellizo; me preocupé bastante porque además faltaba el más bonico. Según parece, tu primo se confundió y en vez del boomerang lo que lanzó fue al chiquillo. Le pregunté si en ningún momento se dio cuenta del error y me dijo que algo sospechó cuando veía que no regresaba. Nos tiramos horas buscándolo por todos lados, pero solo encontramos a un señor llamado Wilbur.

Un hombre va a comprar sal al colmado y le atiende una mujer con un gran escote.

–¿Quiere sal gorda o fina? –le pregunta.

–Fina, contesta el tipo.

Y entonces la tendera se agacha y empieza a echarle la sal, dejando a la vista sus pechuguitas. El hombre al no poder abstraerse de semejante visión exclama:

–Oiga, me la está poniendo gorda.

–No señor, se la estoy poniendo menuda.

–¡Sí! ¡Menuda me la está poniendo!

¿A que es bueno? Nos lo contó Wilbur; se sabe muchísimos, créeme. De todas formas, tendrás oportunidad de comprobarlo porque tu primo se ha encariñado con él.

A la hora de cenar apareció por fin el pequeño Tristán, bien de ánimo, pero muy cansado. Lo tuve que acostar en el sótano porque en su cuarto ya se había instalado Wilbur.

En fin, cariño, que por aquí va todo fenomenal.

Un beso australiano de tu Chris

P.D.: ¿Cuándo me dijiste que volvías?

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