No todo van a ser novedades en esta vida: CINEMANÍA rescata los shows que hicieron historia de la TV con esta colección de artículos. Bienvenidos a nuestros Clásicos en serie.
Lo tenemos claro: si Charles Baudelaire hubiera podido ver Matrimonio con hijos (1987-1997, disponible en Amazon), habría abandonado la literatura, porque ningún poema sobre el spleen (hastío vital) puede igualarse a las miradas de exasperación que el zapatero Al Bundy (Ed O’Neill) le echa a su familia.
Y no es para menos, dada la family en cuestión: la esposa (Katey Sagal) con la que se casó de penalti y que le agobia con exigencias carnales (él solo se pone a tono cuando la ve agotada por el curro doméstico), el retoño (David Faustino) que podría ir a la universidad con beca pero solo sueña con ser rapero y meterla en caliente, y esa hija (interpretada por Christina Applegate) que le inspiraba actos bochornosos a un hipnotizado Jake Gyllenhaal en Donnie Darko.
Aunque tomársela como una reliquia de los 90 sea demasiado fácil, la serie concebida por Michael G. Moye (Cosas de casa) y Ron Leavitt (Infelices para siempre) fue la segunda telecomedia más longeva de la historia de Fox: solo Los Simpson superan el récord de sus 11 temporadas llenas hasta las trancas de chistes escatológicos, quieroynopuedo de suburbio cutre (los vecinos de los Bundy, interpretados por Amanda Bearse y David Garrison, son un ejemplo de manual) y un realismo sucio que haría reír incluso a Raymond Carver y que deja en mantillas la transgresión que, por aquellos mismos años, esgrimía Roseanne.
Por supuesto, tanta guarrería llevó a problemas con la censura: un boicot popular contra la serie iniciado en 1989 (entre sus detonantes, la visión de un anciano con medias y liguero) puso al show en aprietos, y uno de sus capítulos (el décimo de la tercera temporada) tensó tanto la tolerancia de la emisora que no pudo verse en EE UU hasta 2002, y aun así en versión censurada.
La enorme extensión de Matrimonio con hijos hace aconsejable asimilarla en pequeñas dosis, recurriendo a esas listas de mejores episodios que abundan en internet, pero el nivel del show hasta su final fue lo bastante alto como para no descartar ninguna temporada.
Y una última cosa: si viendo algún capítulo te encuentras con Matt LeBlanc (Joey en Friends), que sepas que su personaje en este show fue lo bastante popular como para coprotagonizar dos spin-off (Top of the Heap y Vinnie & Bobby) mucho más efímeros.
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