GOOD BYE, BREHME!
Fútbol televisado, el opio del pueblo; Alemania Occidental, el compendio de todos los males. A la mamá de Daniel Brühl, convaleciente y recién despierta tras un largo periodo en coma que incluyó la caída del Muro de Berlín y la fundición del Telón de Acero, hay que ahorrarle todo tipo de sobresaltos. Y el colmo de una comunista antifutbolera de la RDA sería el gol un zurdo que se cambia de pierna (la derecha, ¡traidor!) para patear la pena máxima que decide un Mundial para la Alemania reunificada de 1990. Pocas películas como Good Bye, Lenin! (Wolfgang Becker, 2003) podían sacarle más partido a la primera gran victoria de aquella selección reunificada, sólo unos meses después de la caída del paredón de la vergüenza. ¿Ambidiestro? ¡Bah! No sabes la que has liado, Andreas Brehme.
*Texto sobre Good Bye, Lenin! (Wolfgang Becker, 2003) publicado en la revista Panenka de diciembre 2014 (nº 36).
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