El documental que hizo historia ganando en Venecia
La belleza y el dolor, en Filmin
“Al final de estas dos horas podrán añadir otros 16 muertos a su lista”. Un padre desolado eligió terminar su intervención en la vista virtual con la familia Sackler con ese resumen perfecto de la crisis de los opioides en EE UU.
A un lado de la pantalla estaban impertérritos Richard, Therese y David Sackler, miembros de la multimillonaria familia detrás de Purdue Pharma, la farmacéutica responsable del fármaco OxyContin. Al otro, más de veinte víctimas (supervivientes o familiares) de este potente opioide que en las últimas dos décadas ha acabado con la vida de medio millón de personas en EE UU. Entre ellos se encontraba la fotógrafa Nan Goldin, a quien Laura Poitras (Citizenfour) decidió dedicar su último documental con el que ganó el León de Oro en el pasado Festival de Venecia.
La belleza y el dolor es un retrato de la artista y una crónica de su labor como activista contra la familia Sackler. Como ella misma narra en el documental, con su voz lacónica y sus palabras poéticas, una sobredosis de OxyContin mezclado con fentanilo casi se la lleva por delante. Consiguió vivir y tras la desintoxicación descubrió que detrás de ese fármaco que su médico le había recetado para recuperarse de una cirugía se encontraba la familia Sackler.
El mismo nombre que coronaba las alas más transitadas de los museos más importantes y que la fotógrafa conocía por su faceta de mecenas y filántropos era el mismo que había puesto por delante los beneficios de una droga cuyo alto componente adictivo conocían a la perfección. Fue entonces cuando creó P.A.I.N., una asociación consagrada a exponer las vergüenzas de los Sackler –como ya había hecho en la crisis del sida– y gran parte del documental de Poitras sigue a la fotógrafa en dicha misión.
Asistimos a vistosas protestas en el Guggenheim, el MET o el Louvre que terminan en pírrica victoria cuando los museos aceptan retirar de sus paredes el nombre de la familia. Pírrica porque Purdue Pharma se declaró en bancarrota (sin que eso afectase al patrimonio de los Sackler, previamente a resguardo) y la compañía llegó a un acuerdo por 6.000 millones de dólares para adquirir inmunidad en caso de demandas futuras de las víctimas del OxyContin.
El alcance de esta epidemia es tan profundo y dramático que el metraje que Poitras le dedica en La belleza y el dolor finalmente termina sabiendo a poco. Si esa es la sensación que tienes tras ver el documental y leer esta crítica, déjame que te recomiende la escalofriante serie documental El crimen del siglo.
El psiquiatra que necesitamos
Frasier, en Sky Showtime
Es increíble. Hace ya 30 años desde la primera vez que escuchamos al doctor Frasier Crane (Kelsey Gramer) en antena hablando de su vida en Boston, donde había malgastado las noches en un bar hablando con extraños. La separación de su mujer y su regreso a Seattle fue la excusa perfecta para montar un spin off de Cheers, la serie de aquel bar, protagonizada por el psiquiatra de marras.
Después de mucho tiempo en el limbo de las plataformas, Sky Showtime incluye en su catálogo una de las series de comedia más entrañables (no por nada estuvo once años en antena), tanto como sus personajes: desde Frasier a su maniático hermano Niles (David Hyde Pierce) y a su padre cervecero, el poli retirado Martin Crane (John Mahoney).
Michael J. Fox según Michael J. Fox
Still: A Michael J. Fox Movie, en Apple TV+
Michael J. Fox pasaba la noche rodando Regreso al futuro. Un conductor lo recogía a primera hora de la mañana y lo llevaba al set de Family Ties, donde rodaba durante todo el día tras dormir un par de horas en su apartamento.
Anécdotas como estas trufan Still: A Michael J. Fox Movie, el documental en el que el actor cuenta la historia de su vida a su manera: desde su adolescencia errática (y repleta de borracheras y resacas) hasta el diagnóstico de la enfermedad de Párkinson pasando por el salto a la fama que lo convirtió en un icono en los años 80.
Still: A Michael J. Fox Movie salta del presente, mostrando con trasparencia el impacto de la enfermedad en su vida y la fortaleza que le brinda su familia, a ese pasado repleto de éxitos cinematográficos.
Para fans del basket y de Ben Affleck
Air, en Prime Video
En 1984 las ventas de Nike se habían desplomado considerablemente y a nadie le apetecía especialmente ponerse unas zapatillas de esta marca. Hacía falta un milagro para que las gráficas de la compañía mostrasen resultados positivos. Pero ese milagro estaba a punto de suceder y se llamaba Michael Jordan.
Air, quinta película como director de Ben Affleck, cuenta la historia de cómo un ojeador a sueldo de Nike (sí, ese trabajo existe en EE UU, amigos) interpretado por Matt Damon que descubre al diamante en bruto que revolucionaría el baloncesto en los Los Angeles Lakers y cambia para siempre la historia de la marca. ¿Un anuncio de Nike muy largo? Sí. Pero un anuncio muy bien hecho.
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