Qué película tan rara, tan fallida y a su vez tan interesante. Una historia bélica sobre un episodio que marcó a fuego la participación italiana en la Segunda Guerra Mundial le sirve al director para montar un desparrame visual y narrativo bastante abrumador. Se acuerda uno, me temo, de Fellini, de Sokurov, de la imborrable El submarino: una verborrea a ratos apabullante, una pretensión visual que empalaga pero que también posee una nada desdeñable capacidad de fascinación.
Muchos le han reprochado un afán propagandístico algo grosero, ramalazos que satisfarían a la mismísima Meloni. Tal vez, sí, pero hay también un buen chorreo de cine en las entrañas de esta obra contradictoria, barroca, desproporcionada por todos sus poros.
Emparentada con muchos ancestros, clásicos del cine europeo, el cine de propaganda –también es historia del cine– incrustada de estímulos de otras artes y con una marca de autor –y de autoridad– que no debería pasar desapercibida. Toda una rareza, un perro verde como la copa de un pino. No la verá ni el tato pero merece mejor suerte.
FICHA TÉCNICA
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Director:
Edoardo De Angelis
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Género:
Bélico
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País:
Italia
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Sinopsis:
Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Salvatore Todaro está al mando del submarino Cappellini de la Marina Real Italiana. En octubre de 1940, mientras navega por el Atlántico, divisa la silueta de un mercante que navega sin luces en la oscuridad de la noche. Es el Kabalo, que más tarde resulta ser un buque belga, y de repente abre fuego contra el submarino y su tripulación italiana. Se entabla un breve pero encarnizado combate en el que Todaro hunde la nave enemiga a cañonazos. Y es en ese momento cuando el comandante toma una decisión que pasaría a la historia.
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Guion:
Edoardo De Angelis, Sandro Veronesi -
Reparto:
Pierfrancesco Favino, Massimiliano Rossi -
Duración:
120 min -
Distribuidora:
Alfa Pictures -
Estreno:
27 de julio
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